11 Ago Menos mal que la ilusión de Madrid 2020 se quedó por el camino
Isabel Arroyo Sauces
Madrid soñaba con ser olímpica. Después del mazazo de 2012 y 2016, muchos pensaban que a la tercera, iría la vencida, pero no.
El COI prefirió la candidatura espléndida de Tokio frente a la idea austera de Madrid 2020
La razón verdadera del fracaso de la candidatura fue que, como estábamos en crisis, Madrid 2020 apostaba por la austeridad mientras que Tokio no dudó en tirar la casa por la ventana. Evidentemente, al COI le gustó más la idea japonesa que la española. Por suerte para nosotros.
El gran dolor de cabeza de Tokio 2020
La candidatura de Tokio 2020 estaba genial, al igual que su preparación una vez encargó el COI a la capital nipona organizar los Juegos Olímpicos. Los japoneses querían mostrar al mundo tanto sus tradiciones como su avanzada tecnología, así como la importancia del reciclaje. Para ello, iban a fabricar las medallas con material reciclado. Como anécdota, el balón de fútbol oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 iba a rendir homenaje a Oliver y Benji, la mítica serie japonesa de dibujos animados.
El balón de fútbol oficial de Tokio 2020 iba a rendir homenaje a Oliver y Benji
Sin embargo, la crisis del coronavirus ha estropeado los planes olímpicos. En principio, el COI se resignaba a dar su brazo a torcer hasta que no le quedó más remedio que aplazarlos hasta 2021. El problema es que todavía no existe ninguna vacuna o medicamento eficaz para el coronavirus y hasta que no surja, el bicho va a seguir siendo un peligro real. ¿Para cuándo la vacuna? Nadie sabe nada todavía. ¿Y si no está lista para 2021? Según he podido leer, existe la posibilidad de disputar los Juegos Olímpicos a puerta cerrada, por lo que sin público, Tokio perdería muchísimo dinero. Por otra parte, los organizadores insisten en que si no se pudieran celebrar en 2021, no habría más aplazamientos y se cancelarían definitivamente. Total, todo el dinero invertido en el mayor acontecimiento deportivo del mundo, a la basura.
Madrid 2020 vs. yo
¿Por qué debería comparar la candidatura Madrid 2020 conmigo? A ver, los que me conozcáis un poco o sigáis Ravelo desde hace tiempo, sabéis que soy de un pueblo de Córdoba pero vivo en Madrid. Además, si habéis leído ciertas entradas, habréis descubierto que el confinamiento y la desescalada las he pasado en mi pueblo. Pues bien, es entonces cuando me imagino que soy una influencer de la talla de Dulceida o Laura Escanes y me veo obligada a dar explicaciones a esos haters que me acusan de haber llevado el bicho allí (por imaginar, que no quede).
Gracias a una fractura en el pie, me pilló el confinamiento en mi pueblo al lado de mi familia
En realidad, yo no me fui a Santaella a pasar el confinamiento, sino que me pilló allí. Y es que a mediados de febrero, tuve la mala suerte de caerme y fracturarme un pie. Quien haya usado muletas alguna vez sabrá que con muletas, la autonomía se pierde por completo, por lo que decidí irme a mi casa. En esos momentos, me pregunté por qué tenía tan mala suerte, pues no me había roto nada en mi vida y apenas había empezado a recuperar la normalidad tras un esguince cuando, de repente, otra vez coja. Sin embargo, mis padres jamás habrán dado más las gracias a Dios por este percance porque gracias a mi pie tronchado, me pilló el confinamiento con ellos en lugar de en Madrid en un piso pequeño y con miles de contagios alrededor. No hay mal que por bien no venga.
Si la ilusión de Madrid 2020 no se hubiera perdido por el camino, el sueño se habría convertido en pesadilla
Con Madrid 2020 ha pasado igual: si la ilusión de Madrid 2020 no se hubiera perdido por el camino, el sueño se habría convertido en pesadilla. Bastante dinero ha perdido ya España con el tema del coronavirus como para encima perder mucho más. Como dicen las canciones de desamor, «todo lo que pudo ser y no fue». Y yo añado: «y menos mal que no fue».
Un sueño para mí
Mi sueño todavía por cumplir es el de poder cubrir unos Juegos Olímpicos. Sueño con ello desde los 12 años, cuando vi los Juegos Olímpicos de Atlanta. Cualquiera que haya bicheado el apartado de esta página donde explico quién soy yo habrá leído que hay un antes y un después de ese momento en mi vida. Madrid 2020 podría haber sido el momento idóneo para cumplir ese sueño, pero no.
Se me caen los palos del sombrajo al descubrir que el Nuevo Arcángel iba a ser una de las sedes para el fútbol en Madrid 2020
A ver, para escribir este artículo, no he necesitado documentarme demasiado ya que con mi opinión personal me estoy valiendo. Sin embargo, tenía que conseguir imágenes. Es entonces cuando descubro que la candidatura Madrid 2020 tiene su artículo en Wikipedia (Isa, ¿y de verdad te sorprende esto?), pero no: lo que más me flipa (palabra que no sabía nada) es descubrir que el estadio Nuevo Arcángel de Córdoba iba a ser una de las sedes para el fútbol. Dios mío de mi vida: ¡Mi ciudad iba a formar parte de unos Juegos Olímpicos! Mejor no pensarlo, porque me pongo a llorar.
Si no es Madrid 2020, que sea Madrid otro año
París será la ciudad encargada de organizar los Juegos Olímpicos en 2024 y Los Ángeles, en 2028. Con esto quiero que decir que Madrid podría llegar a ser ciudad olímpica, como muy pronto, en 2032. O quizás, en 2036:¿Os imagináis que fuera así? Creo que sería una fecha bonita: un siglo atrás, hubo una Guerra Civil en España y estaría bien que 100 años después, España acogiese unos Juegos Olímpicos. Para entonces, yo tendré 52 años y espero haber adquirido ya suficiente experiencia como periodista deportiva.
Sería bonito conmemorar 100 años después la etapa más negra de la historia de España con la organización de unos Juegos Olímpicos
Si no es Madrid 2032 o Madrid 2036, que sea otro año, pero Madrid se merece ser una ciudad olímpica. A mí me gusta Madrid tal y como es y os aseguro que he vivido en muchos sitios, pero ninguno tan acogedor como la capital de España, donde sus habitantes hacen que te sientas como en casa. A ellos les da igual de dónde seas, cómo vistas o cómo pienses y son muy abiertos de mente. Sé que Madrid va a recibir al mundo entero con los brazos abiertos. Mientras tanto, habrá que esperar a que llegue ese momento porque, pensándolo bien, menos mal que no ha llegado este año.
No hay comentarios