01 Oct La absurda medida anti-covid de prohibir comer en los estadios

Isabel Arroyo Sauces

La pandemia del coronavirus ha sido algo que nadie esperaba y que todo el mundo desconocía, por tanto, al principio, toda precaución era poca. Hoy en día, hay evidencias científicas que demuestran que el virus se contagia vía aerosoles y no a través de los objetos. Además, sabemos que para la propagación son mucho más peligrosos los espacios cerrados donde no hay ventilación que los exteriores.

Entre las medidas anti-covid, hay muchas que no tienen ni pies ni cabeza

En un principio, hubo un acuerdo para no dejar al público entrar a los estadios. Vale, todos entendíamos que era por seguridad y nos tuvimos que acostumbrar a la animación virtual. Hasta ahí, todo bien, pero resulta que a los toros sí que podía entrar público: ¿Acaso el bicho distingue entre corridas y partidos? Lo mejor de todo fue cuando permitieron entrar a los aficionados a las gradas del fútbol no profesional mientras en el profesional continuaba prohibido. Ya sabéis: el coronavirus no se contagia en Segunda B pero sí que lo hace en Primera. En fin, absurdo todo.

La vuelta a los estadios

Vale, nos habíamos acostumbrado a la animación virtual, pero lo suyo es que los aficionados se dejen la garganta en el estadio animando a su equipo. No importa que haya aforo limitado: las gradas ya cuentan con calor humano. Como sabéis, la semana pasada estuve en el Bernabéu viendo el partido que enfrentaba al Real Madrid contra el Mallorca.

Vale que la mascarilla sea obligatoria, pero prohibir comer en los estadios…

Resulta que había escuchado en el telediario que la mascarilla dejaba de ser obligatoria en espacios abiertos y en los estadios también se podía prescindir de ella siempre y cuando se mantuviese la distancia de seguridad. Yo la mantenía bien, así que accedí a mi asiento a cara descubierta. Sin embargo, la chica de seguridad me mandó que me la pusiera. No pasa nada, yo no tengo ningún problema con ponérmela y cumplir así con el protocolo anti-covid.

Lo peor llegó cuando avisaron por megafonía que estaba prohibido comer en el estadio. Aquel partido era a las 10 de la noche, pero por seguridad anti-covid, había que estar allí una hora antes. Y claro, antes de las nueve, nadie tiene hambre todavía. Eso sí, cuando salimos a las 12, nuestros estómagos rugían y ya apenas encontramos bares y restaurantes abiertos.

Al prohibir comer en los estadios, los estómagos rugen cuando los partidos son a la hora de comer o de cenar

Sinceramente, ¿qué diferencia hay entre comer en una terraza y comer en un estadio? Que yo sepa, en la terraza compartimos mesa, pero en el estadio, cada uno se está comiendo su bocadillo sin necesidad de tener que compartir nada con nadie. Por otra parte, yo todavía no he ido al cine durante la pandemia, pero tengo amigas que sí han ido y me han dicho que no había ningún problema a la hora de comerse las típicas palomitas: ¿De verdad está permitido comer en el cine pero no en el estadio? ¡Pero si el cine es un espacio cerrado y el estadio es al aire libre!

¿Qué sentido tiene prohibir comer en los estadios y no prohibirlo en los cines?

De verdad, lo mismo que nunca he entendido la obligación de llevar mascarilla yendo solo por la calle, por el campo o por la montaña, tampoco entiendo lo de prohibir comer en los estadios. Vale que para comer sea necesario quitarse la mascarilla, pero es que estamos al aire libre y manteniendo la distancia de seguridad. Como parte positiva, por lo menos, ya podemos acceder a los estadios aunque sea con aforo limitado. La normalidad llegará cuando vuelva el bocadillo.

@ravelodeporte