01 May Francisco de Paula vs. Jorge Valdano: jugársela a Raúl
Si el ‘eterno 7’ llegó tan lejos fue porque el ojeador de la cantera del Atleti y el entonces entrenador del Real Madrid fueron visionarios con él
Isabel Arroyo Sauces
Si hay algo bueno que tiene la profesión del fútbol son sus ojeadores. Estos empleados del club se caracterizan por ser personas visionarias a las cuales no se les escapa el talento. Da igual que durante ese partido, el niño tenga un mal día y no llegue a portería, que no participe en una jugada importante o incluso que no toque el balón durante los 90 minutos: el talento está ahí y los ojeadores son capaces de detectarlo.
Da igual que el niño tenga un mal día o incluso que no toque balón en todo el partido: el talento está ahí y los ojeadores son capaces de detectarlo
Por otra parte, están los entrenadores. Estos están acostumbrados a que la prensa y la opinión pública crean saber más que ellos de su propia profesión y a recibir críticas cada vez que toman una decisión aparentemente no acertada. Quizás a posteriori sí que resulte la decisión acertada. Quizás si los ojeadores y entrenadores utilizan bien su sexto sentido, los aficionados reciban una auténtica joya de la corona. Puede que flacucha y con las piernas arqueadas, pero joya de la corona al fin y al cabo. Porque si Raúl consiguió ser una leyenda del fútbol fue gracias, en parte, a Francisco de Paula y a Jorge Valdano.
Las estrategias de Francisco de Paula
A principios de los años 90, Francisco de Paula trabajaba como ojeador del Atlético de Madrid. Se pasaba los sábados y los domingos enteros viendo a los niños jugar al fútbol, intuyendo cuál de ellos apuntaba maneras de futura figura. Un buen día, Francisco de Paula vio a Raúl. Las instalaciones donde estaba jugando aquel partido no eran precisamente las más avanzabas, pues se trataba de una pradera con dos piedras como portería. El escenario daba igual, lo importante era la destreza del niño. Sería pecado perderle la pista.
La primera vez que Francisco de Paula vio jugar a Raúl fue en una pradera con dos piedras como portería
Allí en la pradera, Francisco de Paula descubrió que ese niño se llamaba Raúl y que jugaba en el equipo de San Cristóbal de los Ángeles. Es por eso por lo que el ojeador no se perdía ni un partido de ellos hasta que dio con el padre de Raúl. Francisco de Paula habló con él para que dejara a su hijo ingresar en la cantera del Atlético de Madrid y obtuvo un no por respuesta. ¿El motivo? No podía llevarlo a los entrenamientos. Sin embargo, aquello no era excusa para el ojeador, pues él mismo se ofreció acercarse a por él y llevarlo en su coche. Raúl era un diamante por pulir y no podía dejarlo escapar.
Francisco de Paula se ofreció para llevar a Raúl en su coche a los entrenamientos. No podía dejarlo escapar
Sin embargo, ahí no quedaba la cosa: también tenía que convencer al propio Raúl. Tampoco le costó tanto trabajo, pues le dijo que estaba montando un equipo en la categoría infantil y si se iba con él, sería el capitán. Promesa cumplida, Raúl fue un gran capitán a su corta edad. Le gustaba sentirse líder. Finalmente, el equipo acabó la temporada con 308 goles a favor y uno en contra, 65 de ellos de Raúl. Además, se proclamaron campeones de España de su categoría.
Para convencer a Raúl para que se fuera al Atlético de Madrid, Francisco de Paula le prometió hacerlo capitán del equipo
Con los deberes bien hechos en el equipo infantil, a Francisco de Paula le tocó entrenar al cadete A al siguiente curso. Raúl también ascendió de categoría, pero las normas del club lo obligaron a ingresar en el B. De Paula seguía empeñado en seguir puliendo a Raúl, por lo que pidió al Atlético de Madrid que lo pasaran al A. Trabajo le costó, pues los superiores creían que los rivales se lo iban a comer. Nada más lejos de la realidad, Raúl ganó con el cadete A un campeonato de España celebrado en Tenerife que ha quedado para el recuerdo.
Francisco de Paula insistía en que Raúl debía jugar en el cadete A y no en el B mientras que en el club creían que era demasiado endeble y que los rivales se lo iban a comer
La final la disputaron contra el Sevilla y después de un 0-0 durante el tiempo reglamentario, llegó la hora de los penaltis. Raúl falló el suyo y se quería morir. Mucho más falló Jesús Gil, que decidió prescindir de las categorías inferiores por cuestiones económicas. Quienes no fallaron fueron Vicente del Bosque y Paco de Gracia, por aquel entonces, ojeadores del Real Madrid. Porque Blanco no solo podía ser su segundo apellido: también tenía que ser su destino.
El don de palabra y la «poca visión» de Jorge Valdano
Esta foto pertenece a la plantilla oficial del Real Madrid durante la temporada 1994/1995, temporada en la cual el equipo estaba al mando de Jorge Valdano. ¿Dónde está Raúl? Que nadie lo busque en esta foto porque no está aquí, pues por aquel entonces, Raúl estaba jugando en el Real Madrid C.
Jorge Valdano dio a Raúl un margen de dos años para jugar amistosos con el primer equipo, pero solo tardó tres meses en debutar en partido oficial
Jesús Gil reconoció su error y quiso retomar las categorías inferiores con Raúl en sus filas. El joven jugador venía de una familia muy atlética y no vio mal la idea de volver al club del cual era aficionado durante su infancia. Quien sí lo vio mal fue la directiva del Real Madrid, que no quería perderlo de ninguna de las maneras pero tampoco se podía oponer a su voluntad. Es por eso por lo que pidieron ayuda a Jorge Valdano, a ver si era capaz de convencerlo con su don de palabra. Fue entonces cuando el técnico argentino le dio a Raúl un margen de dos años para jugar partidos amistosos con el primer equipo. Poca visión la de Valdano, pues el añorado debut de Raúl en La Romareda en Liga tardó solamente en llegar tres meses.
La decisión de Jorge Valdano de hacerle un hueco a Raúl en el primer equipo y de ponerlo como titular recibió muchas críticas por parte de la opinión pública. Y es que muchos eran reacios a entender cómo el argentino podía tener en el equipo a un veterano como Emilio Butragueño en el banquillo mientras que su puesto lo ocupaba un aprendiz. Pero Jorge Valdano no escuchaba las críticas ni le tuvo en cuenta al joven Raúl aquellos fallos cantados en Zaragoza. Jorge Valdano solo creía en lo que veía cada día en aquel niño de 17 años, es decir, mucho talento.
Jorge Valdano no escuchaba las críticas por poner a Raúl en lugar de Butragueño, sino que se dejó guiar por lo que veía en aquel adolescente, es decir, mucho talento
En verano de 2010, Raúl decía adiós al Real Madrid. Desde su debut en La Romareda hasta su despedida en el mismo escenario transcurrieron 16 años, que se dice pronto. Hasta la fecha, los registros de Raúl en el Real Madrid solamente han sido superados por Cristiano Ronaldo. Raúl no solo ha sido un futbolista, sino que ha sido una filosofía en el conjunto blanco. Raúl ha conseguido hacer raulistas tanto dentro como fuera del Real Madrid. Hay quien dice que el ‘eterno 7’ ha logrado una trayectoria tan brillante solamente con su talento, pero se equivocan: dentro de la leyenda de Raúl se esconden la buena intuición de Francisco de Paula y la de Jorge Valdano, entre otros tantos.
Yo
Posted at 09:12h, 29 septiembreRaúl!!! Raúl!!! Raúl!!! Raúl!!!
Isabel Arroyo Sauces
Posted at 11:48h, 29 septiembreEl eterno 7, el eterno capitán.