05 Jun Desescalada vs. LaLiga: ¿Una nueva normalidad?
La nueva normalidad dista mucho de la normalidad de antes, pero según el Gobierno, todo empieza por el fútbol
Isabel Arroyo Sauces
Marzo de 2020. Cuando todo transcurría por el fútbol con la más absoluta normalidad, de repente, se suspendió la Liga. El motivo era la crisis del coronavirus y nadie sabía qué es lo que podría pasar. Se barajaron varios escenarios, pero la intención del presidente de LaLiga, Javier Tebas, siempre fue terminar la temporada. Para ello, ha contado con el apoyo del Gobierno de España, pues según fuentes gubernamentales, «repercutiría positivamente en nuestra reputación».
Según fuentes del Gobierno de España, «que la Liga se reanude, repercute positivamente en nuestra reputación»
Finalmente, el balón volverá a rodar el jueves, 11 de junio ajustándose a las normas de la desescalada y a la nueva normalidad, pero ¿qué es eso de la nueva normalidad? ¿Cómo puede repercutir la desescalada en la Liga? ¿Qué secuelas va a dejar el reciente confinamiento?
Quédate en casa
Durante el confinamiento, miles de rostros conocidos han utilizado en sus redes sociales el hashtag #QuédateEnCasa para concienciar a la sociedad de la peligrosidad del coronavirus y de que la única forma de acabar con él consiste en no salir.
A pesar de haber pasado un confinamiento como el resto de los mortales, los futbolistas han tenido mucho más espacio donde estirar las piernas
A falta de competiciones, los futbolistas se han dedicado en este tiempo a mostrar a sus seguidores cómo están llevando el confinamiento, algo que para mucha gente ha sido de mal gusto. Y es que mientras que la mayoría de españoles se han visto obligados a encerrarse en pisos pequeños en los que apenas hay espacio para poder estirar las piernas sin poder disponer del más mínimo espacio al aire libre, los futbolistas han mostrado mansiones, jardines interminables, piscinas interiores y gimnasios propios mejor equipados incluso que los públicos. Es cierto que no se han podido relacionar con otras personas que no convivan con ellos, pero por lo menos, material de entrenamiento no les ha faltado.
El confinamiento en redes sociales ha reflejado la diferencia salarial entre los futbolistas y el resto de deportistas
El confinamiento en redes sociales ha reflejado la diferencia salarial entre los futbolistas y el resto de deportistas. Y es que los entrenamientos de Sergio Ramos en su gimnasio privado distan mucho del de otros atletas olímpicos y paralímpicos que se han visto obligados a sustituir las mancuernas por garrafas de agua o paquetes de arroz, como ha sido el caso de Carolina Marín.
Muchos han sido los atletas olímpicos y paralímpicos que, durante el confinamiento, se han visto obligados a sustituir las mancuernas por garrafas de agua o paquetes de arroz
Caso particular ha sido el de los nadadores, que han pasado dos meses sin poder meterse en una piscina o el de los gimnastas, que necesitan un espacio muy amplio para hacer sus acrobacias del cual no disponen en sus casas. Ya lo dijo la componente de la selección española de gimnasia artística, Roxana Popa, en su momento: «Vivo en un piso chiquitito que no tiene ni balcón. No dispongo de espacio para hacer siquiera el puente hacia atrás o adelante«.
La desescalada y el síndrome de la cabaña
Desde que comenzó la desescalada, tanto los telediarios como Internet hablan mucho del síndrome de la cabaña, pero ¿de qué se trata exactamente? Según la psicóloga del centro psicológico Cepsim, Sandra Isella, en una entrevista para ABC, «Cuando hablamos del «síndrome de la cabaña», nos referimos a un estado anímico, mental y emocional que se ha estudiado en personas que, tras pasar un tiempo en reclusión forzosa, han tenido dificultades para volver a su situación previa al confinamiento«. En resumidas cuentas, miedo a salir a la calle tras siete semanas encerrados en casa por la crisis del coronavirus.
Tras siete semanas de reclusión forzosa en casa, mucha gente tiene miedo a salir a la calle durante la desescalada. Este fenómeno se conoce como «síndrome de la cabaña»
¿Cómo puede afectar el síndrome de la cabaña al regreso del fútbol? Muy negativamente. Para empezar, por muchos gimnasios y jardines privados que tengan los futbolistas, el contacto que han tenido estos con el exterior es tan escaso como el de cualquier ciudadano de a pie de calle, por lo que más de uno habrá con miedo a salir y a volver al trabajo. Es cierto que los jugadores tienen acceso a los test y solamente pueden jugar si dan negativo, pero según los psicólogos, el síndrome de la cabaña tiene que ver más con la entereza de cada uno que con las experiencias vividas con la enfermedad.
El síndrome de la cabaña tiene que ver más con la entereza de cada uno que con las experiencias vividas con la enfermedad
Además, el fútbol es un deporte de equipo y durante todo el confinamiento, los futbolistas se han visto obligados a entrenar sin los compañeros. Por si fuera poco, en la fase 1 de la desescalada, los grupos de trabajo permitidos eran de hasta diez personas, por lo que los técnicos no han podido trabajar ni con un 11 titular. Inevitablemente, los futbolistas carecen de una preparación que les lleve al 100% de su rendimiento.
Tras el confinamiento, los futbolistas carecen de una preparación que les lleve al 100% de su rendimiento
Volviendo al tema del síndrome de la cabaña, habrá que ver cómo este le está afectando a los aficionados. El principal motivo por el que vuelve la Liga y no se suspendió en marzo fue por poder recuperar el dinero invertido en las televisiones. Hay ganas de volver a la normalidad y ganas de llenar los bares, pero los partidos se juegan a puerta cerrada y en los bares, unos faltarán por la limitación del aforo y otros, por el miedo a salir y a relacionarse con los demás. Hace falta tiempo para recuperar la normalidad.
De la fase 0 a la fase 3 de la desescalada
Aún queda muy reciente la fase 0 de la desescalada, donde el Gobierno empezó por permitir salir a la gente a pasear y a hacer deporte siempre con horarios restringidos (excepto en los municipios de menos de 5.000 habitantes). En ese momento, todo el mundo quería salir a correr y bajar los kilos cogidos durante la cuarentena, pero se encontraron con un gran obstáculo: después de 50 días confinados, no le podían exigir al cuerpo que rindiera igual que antes del confinamiento.
Habrá que ver cómo evoluciona la particular ‘desescalada’ de la Liga y qué secuelas ha dejado el confinamiento
Al no contar los futbolistas con la preparación necesaria, ¿cómo les afectará en su rendimiento? ¿Jugarán igual que lo hacen cuando llega la pretemporada? ¿Parecerá que los grandes juegan como en la Segunda B? ¿Será una buena ‘desescalada’ o una ‘desescalada a la charamandusca‘? Desde el 11 de junio hasta el 19 de julio hay tiempo para comprobarlo.
Mantener durante la desescalada la distancia de seguridad
Las principales normas de prevención para evitar contagios son el uso obligatorio de la mascarilla, mantener una distancia de seguridad de dos metros y lavarse las manos continuamente. Ninguna de estas recomendaciones es posible llevar a cabo a la hora de disputar un partido de fútbol.
Las normas de prevención son imposibles de llevar a cabo en un partido de fútbol
El uso de la mascarilla es obligatorio en espacios cerrados y en los lugares abiertos donde no esté garantizada la distancia de seguridad. Si embargo, quedan exentos de llevarla aquellos que estén realizando alguna actividad incompatible con su uso. Los futbolistas corren el riesgo de asfixiarse con las mascarillas cuando están jugando, por tanto, no tienen por qué llevarla.
Sin robos, encierros ni disputas de balón, no hay fútbol
En cuanto a la distancia de seguridad, el fútbol es un deporte de contacto. Los jugadores permanecen más o menos cerca del compañero según la estrategia que vayan a seguir. Existen robos y disputas de balón. Si el delantero ve un hueco libre, la misión de los defensas es ir allí a bloquearlo. Por no decir que, por inercia, cuando un equipo marca gol, todos los jugadores se abrazan para celebrarlo. En resumidas cuentas, si se mantiene la distancia de seguridad, no hay fútbol.
De la nueva normalidad a la normalidad de antes
LaLiga aún está a tiempo de salvar el dinero que invirtió en los contratos televisivos, pero las pérdidas están garantizadas. Y es que gran parte del negocio del fútbol corre a cargo del cliente final, es decir, del aficionado. Pero como los partidos se van a jugar a puerta cerrada ya que esta es la única forma de evitar las aglomeraciones y el riesgo de contagio…
Los partidos a puerta cerrada causarán pérdidas millonarias a los clubes, pero es la única forma de evitar aglomeraciones y riesgo de contagio
La desescalada, la nueva normalidad y todas estas expresiones que se han puesto de moda están muy bien, pero el deseo de todo el mundo es volver a la normalidad de antes. ¿Cuándo volverá? Es obvio: el día en el que los estadios se puedan volver a llenar de aficionados y la gente salga a la calle sin miedo y a cara descubierta. Hasta que llegue ese día, el campeón de esta Liga tendrá que pasar por el mal trago de haber ganado la temporada más triste de la historia. Todo empieza por la prudencia y por la desescalada.
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