08 Nov Real Madrid-Galatasaray: Ni light ni con chorizo ibérico
Isabel Arroyo Sauces
La afición del Bernabéu tiene un defecto y no es que sea demasiado exigente, sino que es demasiado sobria. Hace unas cuantas semanas, volví a actualizar Alrededor del estadio con toda la ilusión para contaros lo que sucedía en los lugares que rodean al Bernabéu mientras se disputaba el Real Madrid-Granada y solamente os pude contar que el ambiente distaba mucho del que me encontraba en mis primeros años en Madrid.
La afición del Bernabéu es demasiado sobria
Entonces, pensé que, entre que el partido era a las cuatro de la tarde y que jugaba contra el Granada, un equipo que, a pesar de ir muy bien en este año, no deja de ser un equipo modesto… A lo mejor, en un partido de Champions cambiaba la cosa. ¿Sí o no? Había que ir a comprobarlo.
La pereza de cenar en los bares cerca del Bernabéu
Cuando hay partido en el Bernabéu, cenar en los alrededores es un suplicio. Es cierto que en años anteriores, lo he hecho y no me he muerto en el intento, pero esta vez, estaba más perezosa.
En Madrid, tener algo a 15 minutos andando es tenerlo al lado
A ver, quien conozca Madrid sabrá que en la capital de España, las distancias son distintas a las de cualquier otra ciudad o pueblo del territorio nacional. ¿Que en tu pueblo, la otra punta la pillas a quince minutos andando? Pues en Madrid, tener algo a 15 minutos andando es tenerlo al lado.
Fue por eso por lo que decidí irme con tiempo al McDonalds de la calle Bravo Murillo. Si te gusta la ciudad, este sitio tiene muy buenas vistas, pues te puedes comer tu hamburguesa entretenidamente mientras observas la glorieta de Cuatro Caminos, a 15 minutos del Bernabéu. ¿Afectaría el partido a este tramo? Creo que no, que solamente era el típico tráfico de la hora punta (que no es poco).
La primera vez que visité el Bernabéu, casi me ahogo y me ardían los pies por andar desde calle Orense hasta el estadio
Al terminar de cenar, bajé por un camino que me resultaba familiar. Sí, es el mismo camino que recorrí la primera vez en mi vida que pisé el Bernabéu. Fue bonito y sentí melancolía, pero ese nostálgico recuerdo también tenía su parte mala. Y es que recuerdo perfectamente que por hacerme ese camino, el día siguiente estuve entero en la cama de lo que me dolían los pies. Ahora me río al pensar lo sedentaria que era antes de venirme aquí a vivir. Bueno, eso es seña de que me he adaptado bien a la capital.
Ni light ni con chorizo ibérico
Llego al bar de siempre y, otra vez, prácticamente vacío. ¿Qué está pasando? ¿Dónde quedan aquellos tiempos en los que un montón de aficionados con camisetas y bufandas se reunían entre cánticos para apoyar al equipo a través del televisor? Cierto es que veías los partidos muy apretada y acababas oliendo al sudor de todo el mundo, pero oye, te lo pasabas bien. Era casi como estar dentro del estadio.
Cierto es que veías los partidos muy apretada y acababas oliendo al sudor de todo el mundo, pero oye, te lo pasabas bien. Era casi como estar dentro del estadio
Pues nada, poca gente y los pocos que había, ninguno vestía camiseta del Madrid ni gritaba ningún cántico a la pantalla. Según el camarero, había poca gente porque se trataba de un «partido light». Que sí, que es un Real Madrid-Galatasaray de Champions, pero nada. El mismo camarero me asegura que cuando venga a jugar el PSG, el ambiente estará mucho más animado. Más vale que así sea, porque si no, todo lo que narre en este blog me parecerá soso, da igual que sea light o con chorizo ibérico.
Un resumen del partido
Puestos con la melancolía, también me dio por acordarme de un partido del Atleti en los alrededores del Calderón en el que me sorprendió descubrir cómo cantaban los goles en el estadio y segundos después, lo veíamos en la tele, así como de un partido del Madrid en el que llegué tarde, por el camino se escuchó desde dentro del Bernabéu un gol de Benzema y hasta me dio tiempo de entrar en el bar para verlo. Pues bien, el miércoles fue el propio Bernabéu quien iba soplando todos los goles antes de que estos se pudieran ver por televisión.
Dice India Martínez en una de sus canciones: «90 minutos no puede durar el amor». Trasladado al Real Madrid-Galatasaray, podríamos decir: «15 minutos no puede durar un partido»
Dice India Martínez en una de sus canciones: «90 minutos no puede durar el amor». Trasladado al Real Madrid-Galatasaray, podríamos decir: «15 minutos no puede durar un partido». Y es que los primeros goles llegaron en el minuto 4 y en el minuto 7 respectivamente de la mano de uno de esos jugadores que aún tiene la cara de niño: Rodrygo. La cara es de un niño, pero los goles son de todo un hombre.
Antes de finalizar el primer cuarto de hora, Sergio Ramos marcó el tercero de penalti. Entonces, los del bar nos preguntamos: «¿Ya está? ¿El Real Madrid-Galatasaray solo va a durar un cuarto de hora?» Pues no, porque Benzema marcaría antes de concluir la primera parte: ¿Qué más habría que hacer después de un 4-0 en los primeros 45 minutos?
Quizá a muchos les parezca una aberración lo que voy a decir, pero a pesar de que el Real Madrid goleó y jugó bien, a mí me pareció el partido un poco soso. Cierto es que lo intentaron sin éxito en la segunda parte, pero no sé, me parecía que ya estaba todo hecho.
Yo siempre he sido seguidora de Isco y siempre me ha parecido un jugador estupendo, pero últimamente anda muy postureador y muy poco fino
Cabe destacar en el minuto 78 un pase de Isco a Benzema que no llegó a terminar en gol. ¿Por qué? Porque me recordó al Isco de antaño. A ver, cualquiera que me conozca sabe que yo siempre he sido seguidora de Isco y siempre me ha parecido un jugador estupendo, pero últimamente anda muy postureador y muy poco fino. Ojalá volviese pronto aquel Isco que me enamoró futbolísticamente hablando, me alegraría un montón. Pero seamos sinceros: todavía le queda.
Benzema volvió a marcar en el minuto 81 y Rodrygo, en el 92. La verdad es que al brasileño le da suerte que yo vaya a ver los partidos a ese bar en concreto. Habrá que tenerlo en cuenta. Finalmente, Real Madrid 6-0 Galatasaray. Partido soso a mi parecer, pero con media docena de goles.
Las obras restan chicha alrededor del estadio
Al terminar el Real Madrid-Galatasaray, salí del bar y me puse a hablar con dos muchachos que había sentados en un banco. Ellos no entendía que yo hubiese visto soso el partido, pero bueno, no lo entiendo ni yo. En lo que sí estábamos de acuerdo los tres es en que esta afición de los alrededores del Bernabéu necesita darle más caña a los partidos y no ser tan sobria.
Isco no está todavía para cantarle
Respecto a Isco, uno de los dos chavales lo admiraba como yo y otro, no tanto. Se fijó también en ese pase a Benzema y espera que el malagueño vuelva pronto a sus orígenes, pero los tres estábamos de acuerdo en que Isco no está todavía para cantarle.
Les conté que quería hacer fotos sobre el ambiente y me aconsejaron que me fuera a la puerta 55. La verdad es que yo siempre suelo dar una vuelta de honor al estadio para ver todo lo que acontece allí, pero esta vez la hice al sentido contrario. Bien por mí por hacerle caso a los chavales porque me pude librar de la espera a la que nos obligan los policías cada vez que los jugadores tienen que salir en coche, pues pasé más rápido.
En la puerta 55 siempre hay reporteros esperando hablar con algún aficionado
Tal y como me dijeron ellos, sobre la puerta 55, había reporteros esperando hablar con algún aficionado. Ya después, los policías me obligaron a pasar por un camino donde había menos espectadores de lo que yo estoy acostumbrada a ver. ¿Sería por las obras? Si es así, espero que terminen cuanto antes, pero no tendremos esa suerte.
Poco más que decir del Real Madrid-Galatasaray. El camarero del bar me dijo que se trataba de un partido light, pero insistió que, cuando toque jugar contra el PSG, el ambiente cambiará y se pondrá más animado. Allí estaré para comprobarlo y ojalá así sea.
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