10 Dic Melania Rodríguez: de la gimnasia artística al trampolín
Su última medalla ha sido un bronce en doble minitramp en el Mundial 2021
Isabel Arroyo Sauces
Los aficionados a la gimnasia suelen comentar por redes sociales que la plata de Ray Zapata en Tokio 2020 es la excusa perfecta para ocultar la crisis por la que está pasando la Real Federación Española de Gimnasia. Y es que argumentan que es incomprensible que un país como España se quede sin representación en gimnasia rítmica en unos Juegos Olímpicos y que, a pesar de obtener billete a Tokio tanto el equipo masculino de gimnasia artística como el femenino, ninguno llegase a meterse en la final.
Desde que el trampolín se estrenase en Sídney 2000, España nunca ha acudido a unos Juegos Olímpicos en esta disciplina
Sin embargo, aunque las dos disciplinas más conocidas de la gimnasia sean la artística y la rítmica, la federación española tiene un agujero aún menos visible. Resulta que, aparte de estas dos disciplinas, el trampolín se estrenó dentro del programa olímpico en Sídney 2000 y hasta la fecha, España nunca ha contado con representación. ¿Significa esto que España no tenga gimnastas de trampolín en la élite? Para nada.
Melania Rodríguez y su paso por la gimnasia artística
Es cierto que los gimnastas aman su deporte desde la más tierna infancia. Lo que pasa es que muchos de ellos, cuando son tan pequeños, o bien confunden una disciplina con otra o bien prueban una y luego descubren que hay otra que les gusta más.
Melania Rodríguez acabó quemada de la gimnasia artística y se reinventó en el trampolín
Melania Rodríguez empezó a practicar ballet a una edad muy temprana, pero pronto se cansó. A los cinco años, su madre la apuntó a gimnasia artística, concretamente, al Club Ximnasia Pontevedra. Desde el minuto 1, su entrenador, Pablo Hinojar, vio todo el talento que había en la niña. Sus predicciones fueron ciertas y, una vez tuvo edad para ello, se incorporó al CAR de Madrid. Melania Rodríguez consiguió varios campeonatos de España en categorías inferiores y una medalla de bronce en los Juegos Mediterráneos de Mersin 2013.
Un ciclo que va y otro que viene
Las circunstancias llevaron a Melania Rodríguez a acabar quemada con el deporte que tanto amaba desde niña, por tanto, decidió abandonar la gimnasia artística. Sin embargo, el destino no quiso que esto fuera el fin, pues la gimnasta gallega descubrió el trampolín y decidió probar suerte.
Durante su etapa júnior, Melania Rodríguez logró dos títulos europeos
Como aún era muy joven, Melania Rodríguez empezó a competir en categoría júnior. Lo cierto es que no le fue nada mal, pues mientras estaba en ese rango de edad, la pontevedresa logró dos Campeonatos de Europa en doble minitrampolín, además de un bronce mundial y otras medallas más logradas en Copas del Mundo.
Ya en categoría absoluta, Melania Rodríguez se colgó la plata en su primer Mundial, en 2018. Además, este año en el Mundial de Bakú, la gallega ha subido al tercer escalón del podio. Ambas medallas las consiguió en su especialidad, el doble minitramp, modalidad que queda fuera del programa olímpico. En cuanto a la disciplina olímpica, la cama elástica, la gimnasta de Pontevedra apuró todas sus posibilidades entre el Mundial y las Copas del Mundo para ir a Tokio. Sin embargo, no pudo conseguir billete por ninguno de los dos accesos y solo le quedaba jugarlo todo a una última carta: el Campeonato de Europa. Debido a la pandemia, los organizadores decidieron suspender la competición. Melania Rodríguez se quedó con las ganas de hacer historia y convertirse así en la primera representante española del trampolín olímpico. Por suerte, París está a la vuelta de la esquina.
No hay comentarios