26 May Copa de la Reina: El Real Madrid Femenino hace historia
Isabel Arroyo Sauces
Si sois fans de Ravelo Deporte, a estas alturas de la película, ya habréis seguido la Final Four de la Copa de la Reina a través de YouTube e Instagram. Hoy toca crónica en la web porque es viernes. De todas formas, por si alguien no está puesto al día, lo resumo aquí: es la primera vez que utilizo la red del postureo para hacer un vlog porque no me iba a dar tiempo real de editar para YouTube debido a una agenda apretadísima estos días. A ver, la experiencia me ha dado una de cal y otra de arena. Resulta que he tenido bastantes likes en los stories del Atlético de Madrid-Alhama para ser una cuenta prácticamente recién creada. Sin embargo, no pude seguir el partido entero porque llovía a mares y no me dejaron entrar el paraguas grande.
Ha sido la primera vez que no me han dejado entrar un paraguas grande en un estadio, de ahí que me saliera sin terminar el Atlético de Madrid-Alhama
Para la segunda semifinal ya iba escarmentada y me llevé un paraguas pequeño en la mochila. Por suerte, el tiempo acompañó. Había que seguir con detenimiento este partido ya que el Real Madrid Femenino podía hacer historia y la hizo: por primera vez, está en una final en busca de un título. Para ello, tenía que derrotar al Athletic de Bilbao, el cual, cómo no, también quería la Copa.
Lluvia de goles en las semifinales de la Copa de la Reina
El acto protocolario previo al partido comenzó con una muestra de apoyo a Vinicius por parte de las jugadoras blancas luciendo todas el número 20 a la espalda. Yo estaba en la grada lateral justo enfrente de la tribuna, así que lo vi todo de espaldas. Luego me enteré por televisión que tanto el equipo masculino como el femenino lucieron una pancarta en contra del racismo.
Que Dios libre a Caroline Weir de las lesiones, porque menudos goles aporta esta chica
¿Cuál ha sido el mayor acierto del Real Madrid Femenino en el mercado de verano? Para mí está clarísimo: el fichaje de Caroline Weir. La escocesa fue la encargada de abrir el marcador dando tranquilidad al equipo. Lo cierto es que Misa Rodríguez tampoco tuvo mucho trabajo: ni el balón rival dio en el palo ni la guardameta canaria tuvo que hacer milagros. Weir marcó el primero y el último, entremedias estuvieron los tantos de Tolletti y Athenea. El Athletic de Bilbao poco pudo hacer ante las ganas del Real Madrid de conseguir su primer título.
Las gradas en la Copa de la Reina y otras anécdotas de la noche
Si algo le debe el fútbol femenino al Real Madrid es la cantidad de visibilidad y aficionados que ha traído. No lo vamos a comparar con el masculino, simplemente, hay que ver cómo ha ido subiendo de audiencias con el paso de los años, pero solamente comparándolo consigo mismo. Como era de esperar, las gradas estaban mucho más llenas en la segunda que en la primera semifinal de la Copa de la Reina. Es lo que tiene la marca Real Madrid.
El Real Madrid es el equipo que más aficionados trajo a Butarque
La anécdota negativa ocurrió fuera del terreno de juego, concretamente, en las gradas. El partido se paró porque un aficionado se puso malo y tuvieron que atenderle los servicios médicos. Parece ser que se desmayó y se lo tuvieron que llevar en camilla. No he visto el telediario y he buscado en Internet para saber qué pasó, pero no pone nada. Y es que por mucho que pregunté en las gradas, nadie nos informó.
Me encanta el lema «orgullosos de nuestras jugadoras»
Tras este percance, el partido continuó con normalidad. Como suele ser habitual, al finalizar el encuentro, unas cuantas jugadoras se repartieron entre las cuatro gradas para atender a los aficionados. En la mía tocó Ivana Andrés. La gente le pedía fotos y que les firmara camisetas, fotos y banderas. A mí me hacía ilusión que me firmara el libro que he escrito sobre el equipo, Mi querido Real Madrid Femenino: Te estábamos esperando. Luego me pasé a otra parte y conseguí la firma de Teresa Abelleira. Nos fuimos cuando los seguratas nos dijeron que nos teníamos que ir, pero no sin antes gritar ese lema que tanto me gusta: Orgullosos de nuestras jugadoras.
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