06 Nov Alina Kabaeva: gimnasia rítmica que roza el contorsionismo
La gimnasta rusa nacida en Uzbekistán fue la dueña y señora de su disciplina durante primera mitad de la década de los 2000
Isabel Arroyo Sauces
En los últimos tiempos, ha sido noticia que Alina Kabaeva se encuentra en paradero desconocido. Desde hace ya muchos años, era un secreto a voces que mantiene una relación sentimental con el presidente ruso, Vladimir Putin. Fuentes rusas aseguran que Kabaeva anda desaparecida ya que en abril dio a luz a gemelos y el mandatario es extremadamente celoso de su intimidad y está obsesionado con la protección de todos sus hijos.
En la actualidad, Alina Kabaeva ha sido noticia por estar en paradero desconocido desde que dio a luz a gemelos fruto de su relación con Vladimir Putin
Más allá de esta noticia y de ser la presunta amante de Putin, Alina Kabaeva es una de las mejores gimnastas de la historia de la rítmica caracterizada por una flexibilidad extrema que roza el contorsionismo. Su carrera deportiva dio mucho espectáculo para los amantes de su deporte. Porque Alina Kabaeva nunca fue una gimnasta cualquiera.
El descubrimiento de Irina Viner
Desde los años 60, Irina Viner lleva como entrenadora a sus espaldas a un gran número de exitosas gimnastas tanto de Rusia como de las distintas antiguas repúblicas soviéticas. El día que descubrió a Alina Kabaeva, quedó sorprendida por su combinación de agilidad con flexibilidad.
Cuando Irina Viner descubrió a Alina Kabaeva, quedó sorprendida por cómo combinaba la agilidad con la flexibilidad
Es cierto que ambas características deben ser fundamentales a la hora de practicar gimnasia rítmica, pero cualquiera puede ver a simple vista que lo de Kabaeva no es normal. Se estira y se dobla igual que un chicle, igual que lo pudiera hacer un contorsionista del Circo del Sol. Y claro, este plus lo tienen en cuenta los jueces a la hora de puntuar, especialmente, con el código de su época. Alina Kabaeva resume su palmarés en una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y otra de oro en Atenas 2004, 10 oros en Mundiales, 15 oros en Europeos y cinco oros en Copas del Mundo. En resumidas cuentas, prácticamente todo lo que tocaba lo convertía en oro.
El bronce que le puso los pies en el suelo
En 1998, Alina Kabaeva se convirtió en la gimnasta más joven en ganar un campeonato de Europa. Un año después, repitió título continental además de ganar su primer Mundial. Es por eso por lo que la rusa partía como favorita para hacerse con el oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Sin embargo, una caída con el aro la apartó de su propósito teniéndose que conformar con la medalla de bronce. Dicho varapalo la llevó a reflexionar y a descubrir que no se puede ir por la vida con tanto exceso de confianza por las victorias previas. La espinita olímpica se la sacó cuatro años después en Atenas y precisamente el aparato que en Sídney le falló, el aro, en la capital griega le devolvió la gloria.
Cuando la menstruación le jugó una mala pasada
En 2001, Alina Kabaeva participó en los Goodwill Games, celebrados en la ciudad australiana de Brisbane. En principio, no defraudó, pues consiguió el oro en cuerda, mazas y pelota y la plata en el concurso general y el aro. Sin embargo, cuál fue la sorpresa al descubrir que Kabaeva y su compañera de equipo, Irina Cháshchina, dieron positivo en furosemida en un control antidopaje.
En los Goodwill Games 2001, Alina Kabaeva e Irina Cháshchina dieron positivo en un control antidopaje
Desde el primer momento, Irina Viner salió a defenderlas. Según la versión de la entrenadora, las gimnastas tomaban un suplemento dietético para calmar los dolores de la regla, pero cuando se quedaron sin él, el fisio del equipo compró otro y resulta que ese otro contenía furosemida a pesar de no venir en el prospecto, pero que ellas no hicieron trampas adrede. Viner acusaba al caos de la industria farmacéutica de su país. Sin embargo, estos argumentos no fueron suficientes y las gimnastas fueron sancionadas y desposeídas de sus medallas. Además, Alina Kavaeba también fue desposeída del título mundial que había ganado ese mismo año en Madrid.
El Kabaeva
Alina Kabaeva siempre se ha caracterizado por sus movimientos imposibles, como la cogida de las dos piernas por detrás con el aro, su giro dorsal de 360 grados o el elemento que lleva su nombre: el salto Kabaeva. Este salto consiste en una flexión de tronco atrás hasta que los pies toquen con la cabeza. Muchas de las gimnastas actuales lo han copiado. Y es que Alina Kabaeva dejó todo un legado dentro de la gimnasia rítmica. Demasiado palmarés y demasiados méritos como para ser conocida como la amante de Putin.
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