30 Ago Salvador González: «Pocos fenómenos sociales se pueden adaptar tan fácil a la literatura como el fútbol»
El escritor mexicano recopila en su libro, En mi mente sigo jugando fútbol, una serie de cuentos en los que van unidas sus dos grandes pasiones: la literatura y el deporte rey
Isabel Arroyo Sauces
¿Por qué nos gusta tanto el fútbol? ¿Acaso el fútbol es cultura? ¿Qué tiene que ver el fútbol con las letras? Aquellos que no sean aficionados nunca entenderán que las respuestas a estas preguntas siempre serán positivas, pero los amantes del deporte rey conocen perfectamente la relación que existe entre la literatura y el fútbol. Es por eso por lo que Salvador González ha querido plasmar el mundo del balón desde todos los puntos de vista posibles en una selección de cuentos titulada En mi mente sigo jugando fútbol. Y es que el deporte que más masas mueve en el mundo no solo da para escribir libros de técnica en los cuales solo importa aprenderse una terminología y unas reglas objetivas y donde la creatividad y los recursos poéticos brillan por su ausencia. El fútbol también da para muchas historias bonitas, para muchas historias humanas. Para el fútbol, cualquier género literario es bienvenido.
Nacido en Querétaro, una ciudad situada en la zona centro de México, este ingeniero industrial hijo de profesores lleva el fútbol en el corazón así como también lleva un trozo de España, especialmente de Madrid, la ciudad en la que estuvo viviendo durante seis años, los cuales coincidieron precisamente con la edad dorada del fútbol español. Encantado de atender a una web española como Ravelo y con la que comparte la idea de que el deporte está más relacionado con otros aspectos de la vida (incluida la literatura) mucho más de lo que a priori parece, Salvador González viene a hablar no solo de su libro, sino de todas las vivencias personales que lo llevaron a que En mi mente sigo jugando fútbol pudiera ver la luz en forma de papel (y en formato electrónico también, en estos tiempos modernos).
«El fútbol me llevó a conocer el amor de mi vida: pateando el balón, conocí a mi esposa»
Pregunta: En mi mente sigo jugando fútbol es un recopilatorio de cuentos en los que el protagonista absoluto es el balón visto desde todas las perspectivas posibles. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
Respuesta: Letras y balones podrían ser las dos palabras que resumirían mi vida hasta ahora. El fútbol incluso me llevó a conocer el amor de mi vida: pateando el balón conocí a mi esposa. Podría asegurar que desde muy joven tuve el sueño de que algún día publicaría algo y el inicio de ese sueño es este libro y surge por la inquietud de poder contar algo y qué mejor si se trata de una de tus pasiones. Mis padres fueron profesores. Mi mamá fue mi profesora en el colegio y me enseñó a leer y mi papá, ahora jubilado, fue profesor de literatura y ha sido un apasionado del fútbol de toda la vida, así que la influencia directa viene él. De niño, durante los días entre semana, siempre tuve contacto con diversos tipos de lecturas y el fin de semana, siempre tuve contacto con un balón. Mi padre practicaba fútbol amateur en ligas locales y tuve la fortuna de acompañarlo y después, jugarlo con él. Entonces, para mí, lo normal, mi vida cotidiana era eso: letras y balones. De ahí es que el balón y las emociones que este provoca en las personas sean los protagonistas en mi libro de cuentos. Ver a tu viejo patear un balón es algo que todos los niños deberían ver algún día.
«Ver a tu viejo patear un balón es algo que todos los niños deberían ver algún día»
Escribir este libro de cuentos de balompié fue un proceso personal delicioso, ya que cuando lo escribía, mi esposa y yo estábamos a punto de ser padres por primera vez y yo relaciono mucho ambos sucesos. De hecho, el día del nacimiento de mi hija, el editor me comunicó que estaba terminada la edición y revisión de mi libro. Se podría decir que mis primogénitos carnal y literario nacieron el mismo día. En mi mente sigo jugando fútbol es un libro de cuentos de balompié donde las historias cotidianas se mezclan con el balón. No es un libro que hable de estadísticas, ni tácticas, ni te dará consejos de cómo jugar. Este libro te hará disfrutar del fútbol de una manera diferente: a través de las letras.
«Mis primogénitos carnal y literario nacieron el mismo día»
P: ¿Por qué una serie de cuentos y no, por ejemplo, una novela?
R: En esta serie de cuentos, debo confesar que, en la mayoría de ellos, existe un porcentaje alto de veracidad, algunos de estos cuentos tienen anécdotas personales y cada una de ellas merecía ser contada. Considero que, con frecuencia, se desdeña el cuento cuando se compara con la novela, pero el cuento también tiene su magia. En el cuento en pocas letras debes lograr enganchar al lector, contextualizar una situación y llegar a un punto culminante, y si a eso le sumas el factor emocional que produce el fútbol, definitivamente el resultado de dicha mezcla es un producto emotivo, terrenal y personal.
«¿Qué me inspira Vicente del Bosque? No es una pregunta sencilla para un gran seguidor del Barcelona. A Del Bosque no solo los triunfos lo acompañan y respaldan, sino también las formas. Esa combinación de sabio de pueblo y cosmopolita es única en él»
P: Para empezar, el índice del libro no se muestra de una manera tradicional, sino que aparece un terreno de juego con cada cuento en una posición distinta en el once titular. ¿Es casualidad el número de cuentos o lo planteaste así para que cuadrase con este dibujo?
R: No fue planeado en un inicio. La idea surgió cuando la mayoría de los cuentos ya habían sido escritos y me pareció una gran idea plasmar el índice de esa manera. Incluí el prólogo dentro del mismo índice, a manera de portero, porque intento plasmar desde la base, de manera muy personal e íntima la emoción de conjugar las letras y el fútbol. Había más cuentos; pero tal como lo hace un seleccionador: tuve que elegir los que mejor me vibraban en ese momento. Algunos cuentos se quedaron en la banca, listos para ser titulares en el próximo libro.
«Algunos cuentos se quedaron en la banca, listos para ser titulares en el próximo libro»
P: En el libro hay citas de renombre en el fútbol, como Vicente del Bosque. ¿Qué te inspira el ex seleccionador español y del Real Madrid?
R: No es una pregunta sencilla para un gran seguidor del Barcelona. En los años que viví en Madrid me tocó vivir la etapa de España Campeón de la Euro, Campeón del Mundo y la época dorada del Barcelona y lo disfruté muchísimo. Me tocó vivir también ese peculiar e hirsuto enfrentamiento de Pep vs. Mourinho que llegó a límites nunca vistos en el deporte en España en cuanto a confrontaciones casi personales entre los entrenadores de los equipos más populares del mundo. ¿Y por qué digo todo esto? Porque la figura de Vicente del Bosque cobró más importancia debido a la elegancia y señorío que tuvo para poder lidiar con los egos de los jugadores de esos dos equipos después de los enfrentamientos que provocaron Pep y Mou. Crear unión no era nada sencillo y el tejió los hilos de la tela donde se cobijaron los jugadores y el resultado fue favorable. A Del Bosque no solo los triunfos lo acompañan y respaldan, sino también las formas. Esa combinación de sabio de pueblo y cosmopolita es única en él.
«Me tocó vivir en España de primera mano la época dorada del fútbol español con sus Euros y Mundial y la época del Barça de Guardiola con su fútbol precioso. A la distancia y con el tiempo, te das cuenta de lo afortunado que fuiste y, sin duda, nace una inspiración»
P: Eres mexicano, pero has vivido seis años en Madrid. ¿Qué recuerdos tienes de tu estancia en España?
R: Estuve en Madrid por estudios de posgrado en la Universidad Pontificia de Salamanca Campus Madrid. Me fui a vivir ahí porque a mi novia (mi actual esposa) le dieron una beca en Alcalá de Henares y quería estar cerca de ella. Además, después de varios años trabajando como Ingeniero en la industria automotriz en México, mi plan era un año de estudiante y, de alguna manera, vivir algo de vida bohemia, viajar, escribir, etc., pero a las pocas semanas se dio una oportunidad de trabajo en el Departamento de Compras en una empresa de telecomunicaciones (Yoigo) y así, casi de manera inmediata, mi sueño bohemio fue sepultado y me integré a la vida laboral española. Madrid tiene la particularidad de hacerte creer que te pertenece, te hace sentir especial. Cuando amigos o familiares visitan Madrid, a su regreso a México, con frecuencia, me quieren compartir sus experiencias y escucharlas me genera sentimientos encontrados: por un lado, me interesa saber qué conocieron, cómo los trató la ciudad, quisiera saber si mi Madrid les pregunto por mí y saber si me extraña como yo a ella… y por otro, no quiero oírlos, no quiero saber nada ya que todos regresan enamorados de ella y es como si mi Madrid me hubiera sido infiel y me dan celos de que también a ellos les mostrara sus rincones más oscuros. Después, me doy cuenta de que les mostró cosas y detalles que a mí no me enseñó y al final, entiendo que también es su Madrid. Madrid me dio grandes amistades que se han quedado en mi corazón. Por eso, tal como dijo Agustín Lara: “Madrid, en México se piensa mucho en ti”.
P: Por lo que se puede ver en el libro, seis años aquí dan para varios cuentos. ¿España es un buen lugar para inspirarse a la hora de escribir?
R: Claro que sí, especialmente de fútbol. Como te comenté, me tocó vivir de primera mano la época dorada del fútbol español con sus Euros y Mundial y la época del Barça de Guardiola con su fútbol precioso. A la distancia y con el tiempo, te das cuenta de lo afortunado que fuiste y, sin duda, nace una inspiración. De hecho, algunos de los cuentos mezclan sucesos que pasan en Madrid e historias en México, pero siempre, con el balón de por medio. Madrid es un buen lugar para escribir. Madrid y sus calles transpiran historias. Madrid y su comida huelen a poesía. Madrid en sí es una novela. Ramón Gómez de la Serna, lo describió perfecto: “Madrid es tan novelesco, que su novela perfecta es la de lo insucedido”.
«En México, cuando se enteran de que escribiste un libro de fútbol, piensan que hablas de tácticas y entrenamientos y no te dan la oportunidad de mostrarles que la literatura y el fútbol corren por la misma banda»
P: ¿Y en México? ¿Es fácil publicar allí con una editorial?
R: No, definitivamente no es fácil, sobre todo, si no vives en la Ciudad de México como es mi caso. Yo soy y vivo en la ciudad de Querétaro, que, por cierto, vale la pena mencionar que hace unos años, esa palabra (Querétaro) fue nombrada como la más bella del castellano por el Instituto Cervantes en Madrid y, además, uno de mis cuentos trata exactamente de ese suceso. Volviendo al tema, al igual que España, la efervescencia cultural está centralizada y es extremadamente complicado que editoriales confíen en ti y les abran la puerta a tus letras. Yo tuve la fortuna de encontrarme con una pequeña editorial llamada Par Tres, que a través de su sello, Pangrama: Nuevas Voces, apuesta por nuevas letras y por escritores emergentes. Además, la literatura deportiva a nivel de narrativa no está tan desarrollada en México como en otros países y cuando se enteran de que escribiste un libro de fútbol, inmediatamente piensan que hablas de tácticas y entrenamientos y no te dan la oportunidad mostrarles que la literatura y el fútbol corren por la misma banda.
P: ¿Cómo es la afición mexicana?
R: Es una afición pasional que, aun sin llegar a ser como las aficiones sudamericanas, específicamente la argentina, empieza a tener cada día más y más tintes de pertenencia más profundos hacia sus colores y hacia sus equipos. Somos una afición rocambolesca y, a veces, salvaje. Incluso los nombres y motes de algunos de nuestros equipos están basados en animales: Las Chivas, Las Águilas, Los Gallos, Los Pumas, etc. Somos una afición acostumbrada al “ya mérito”, entendiendo esto como que no importa lo que pase, no importa lo bien que juguemos: habrá algo, sucederá algo que nos impedirá llegar a otras instancias, tal como lo sentía la afición española antes de ganar la Euro y el Mundial. Por eso mismo, somos una afición que celebra las victorias y a veces, incluso las derrotas.
«En el fútbol, el ateo se vuelve creyente y el creyente, ateo»
P: En tu libro te presentas como ingeniero industrial de profesión, profesor universitario y futbolista de corazón. ¿Qué tienen en común estas tres facetas?
R: Aunque suena a cliché, la pasión y la fe. La pasión por hacer lo que te gusta y la fe de que servirá para algo. Soy un tipo que relaciona casi todo con el fútbol, incluso la edad de las personas la he medido en base a los mundiales que ha visto y así mismo, traslado muchas experiencias futboleras al ámbito laboral y educativo.
P: En tu opinión, ¿cuál es la parte más literaria del deporte rey dentro del terreno de juego?
R: Pocos fenómenos sociales se pueden adaptar tan fácil a la literatura como el fútbol. Ir a un estadio con la gente que quieres y apoyar a tu equipo (sin importar si ganan o pierden) nos deja recuerdos que nos acompañarán siempre ya que pocas cosas tan emocionantes y liberadoras existen como cuando gritas un gol de tu equipo en el estadio. Ahí te abrazas y te haces hermano de un desconocido, ahí se crean conexiones con personas con las que compartes colores y un escudo. En un estadio se crean las mejores sensaciones: amor por un equipo, solidaridad con el que porta la misma camiseta que la tuya, alegría por un triunfo, incertidumbre en partidos tensos o euforia por un gol de último minuto. Pero también ahí experimentas momentos no tan buenos. Y es que para que uno gane, otro tiene que caer. Ahí llegas a sentir la tristeza profunda de un descenso o una copa perdida, esa cubetada de agua fría cuando cae un gol en contra o la rabia e impotencia ante lo que tú consideras una injusticia arbitral y el silencio en los pasillos después de un partido perdido. Ahí, el ateo se vuelve creyente. Ahí, su fe es inmensurable y le ruega a Dios por la buenaventura de su equipo, ahí pides y presencias milagros y ahí es donde la esperanza jamás se pierde. Pero también ahí, el creyente se vuelve ateo. Ante el infortunio de su equipo, el creyente abandona su fe. Lo más increíble es que todo esto, todas estas emociones suceden en solo noventa minutos. A través de las letras, podemos meter los mejores goles y a través del fútbol, podemos crear los mejores poemas. El fútbol es tan literario que por eso con frecuencia vemos a jugadores que parecen salidos de cuentos.
P: ¿Dónde pueden conseguir los lectores españoles En mi mente sigo jugando fútbol?
R: Se puede conseguir a través de Casa del Libro y Carrefour Libros:
https://www.casadellibro.com/libro-en-mi-mente-sigo-jugando-futbol/9786079374952/7860689
https://www.carrefour.es/en-mi-mente-sigo-jugando-futbol/9786079374952/p
Y en la sección de envíos internacionales de la editorial:
https://www.par-tres.com/product-page/en-mi-mente-sigo-jugando-futbol-salvador-gonz%C3%A1lez
Aprovecho también para invitarlos a seguirme en mi cuenta de Twitter: @escritorsga, en donde con frecuencia toco temas relacionados al fútbol y literatura. Asimismo, tengo una colaboración semanal en un periódico local llamado: Plaza de Armas (@PlazaDeArmasQro), donde participo con mi columna titulada: Juego Profundo.
Josue Fernandez
Posted at 22:54h, 29 eneroHace poco leí este libro de cuentos. Una joyita que hace que te quedes con ganas de mas.
Jose Pablo Fernandez
Posted at 02:47h, 01 septiembreUn libro lleno de todo tipo circunstancias como la vida misma, la unión entre estas y el fut bol fueron logradas con historias dignas de enmarcarse en Película !
Gabriela D. Juárez Medina
Posted at 02:00h, 31 agostoFelicidades! Que bonito leer como nace este libro, excelentes cuentos que te atrapan. Súper recomendable.
Andrea Sanchez
Posted at 23:02h, 30 agostoWoooo siempre he dicho que al escuchar hablar a una persona te percatas del mundo que posee dentro y lo vuelvo a comprobar, qué manera tan bella de relacionar el amor, el fútbol y la literatura, felicidades Fam. González Juárez, que siga el éxito y claro que esperamos con ancia el segundo libro del buen Salvador!!
Gerardo Espinosa Larracoechea
Posted at 21:18h, 30 agostoExtraordinario libro; solamente podía haber nacido de la pluma de Salvador. Quien se precie de amar el fútbol, debe tenerlo