11 Feb Real Madrid-Coosur Real Betis: Alrededor del estadio se mete en el baloncesto
Isabel Arroyo Sauces
Desde que comencé con Alrededor del estadio allá por los tiempos de Córner-Rítmica, mi idea era crear un blog dentro de la web en el que explicara cómo viven los aficionados el fútbol en las proximidades del campo de turno en donde se estuviera disputando un partido. Siempre lo he comentado fuera del estadio, a excepción de un partido de Copa entre el Atleti y el Barcelona en el Vicente Calderón en 2017 porque pillé entrada de última hora.
El estreno de este blog en baloncesto tenía que ser del Madrid frente a un equipo andaluz ya que echo de menos mi tierra
Sin embargo, quiero experimentar terrenos nuevos y esta vez me apetecía hacer algo distinto, tan distinto que, en vez de fútbol, hay baloncesto. ¿Y cuál sería el partido afortunado? Real Madrid-Coosur Real Betis. Señores, llevo ya unas cuantas semanas sin pisar Andalucía y la echo de menos. Por eso, pensé que ir a ver a los hombres de Pablo Laso jugar contra un equipo andaluz, me haría sentir un poquito más en casa.
Ambiente discreto en los alrededores del Wizink Center
Llevo una semana de no parar y mi cuerpo también tiene sus limitaciones, de ahí que cogiera la línea 6 de metro hasta O’Donnell medio dormida. De todas formas, no vi nada interesante que destacar, no había nadie con indumentaria madridista (al menos, en mi vagón).
No había nadie en el metro con indumentaria madridista
Llego al Wizink Center y me da por mirar a los alrededores a ver si hay ambiente. Poco. De hecho, los que iban por la calle detrás de mí comentan los últimos conciertos que ha habido en el pabellón, pero no tienen ni idea de que hay partido. Me voy a la otra esquina y por fin veo a una chica con la bufanda madridista. Me imagino que ella sí que entrará a ver el Real Madrid-Coosur Real Betis.
Alrededor del Wizink Center, solo había una chica con una bufanda del Real Madrid
Entro al pabellón y voy a buscar mi asiento, pero antes de llegar, veo el puesto de las palomitas. A tomar viento las diez horas que le he dedicado esta semana al gimnasio: palomitas, fanta y bolsa de patatas. Es la primera vez que vengo a ver al Real Madrid de baloncesto en el Wizink Center y la ocasión lo merece (ya lo había visto en 2009 frente al Cebé en el Palacio de Deportes de Granada y qué pena que entonces no existiera Alrededor del estadio, porque mi experiencia fue surrealista). Le comento a la chica de las palomitas que es la primera vez que voy a ver el baloncesto allí pero que me han dicho que el ambiente está genial. Ella me dice que sí, pero con cara de «no tengo ni idea porque yo trabajo fuera de las gradas y no veo los partidos». Entonces, le comento lo mismo al aficionado que estaba a mi lado comprando también y este me contesta que sí, que en cualquier sitio de Madrid hay siempre buen ambiente. ¡Pero cómo lo sabes!
El Betis, mi paisano y mis olés
Recuerdo que la vez anteriormente mencionada en la que fui a ver el CB Granada-Real Madrid, todo el pabellón estaba animando al club granadino. Solamente yo era la única espectadora que llevaba puesto un gorro del Real Madrid y, cómo no, me miraban raro. Aquí no. Aquí el Betis tenía muy pocos seguidores, pero se hacían escuchar. Cantaban y animaban a su equipo como solo un buen andaluz sabe hacer. Vamos, que a los sevillanos no les faltó calor en el partido.
Los seguidores del Betis animaban a su equipo como solo un buen andaluz sabe hacer
Por mi parte, yo animaba al Real Madrid cada vez que el speaker lo pedía. Me gusta mucho el equipo, pero cómo no, tengo debilidad por el capitán, Felipe Reyes. Por eso, cuando lo presentaron, la gente aplaudía, pero yo a los aplausos les sumé un: «Olé, paisano». Tengo una foto con él que data de 2016. Recuerdo que estaba en Valdebebas y el ala-pívot pasaba con su coche. Felipe tuvo la amabilidad de pararse a atender a los fans mientras que estos no paraban de llamarlo por su nombre. Entonces, yo lo llamé «paisano» y a él se le notó que le dio alegría y todo. Así pude hacerme una foto con él. Si es que ser de Córdoba igual que Felipe Reyes también tiene sus ventajas.
Un Real Madrid con un Campazzo y un Tavares que se salen
El Real Madrid venía un poco tocado del ala porque previamente había perdido unos cuantos partidos que le costaron el liderato en la Liga Endesa a favor del Barcelona. Por su parte, el Betis (me vais a perdonar que lo llame por el nombre corto sin patrocinador, por su nombre de toda la vida) se encontraba tercero por la cola. Las probabilidades de victoria para los locales eran muy altas y eso que los andaluces cuando marcaban triples, marcaban triplazos.
Cuando el Betis marcaba triples, marcaba triplazos
El Real Madrid fue dueño y señor de la primera parte. Los dos jugadores más aplaudidos fueron Campazzo, con 11 asistencias, y Tavares, con 17 de valoración. Sin duda, dos jugadores bien inspirados. Por cierto, el base argentino es el actual 7 del Real Madrid, dorsal que ha heredado del ya NBA Luka Doncic. Ya podrían ir espabilando los 7 de fútbol igual que los de baloncesto, que llevamos una racha…
Ya podrían ir espabilando los 7 de fútbol igual que los de baloncesto, que llevamos una racha…
Por su parte, el Betis disputó un magnífico tercer cuarto, llegando a lograr un parcial de 0-10. Green anotó 12 puntos y Wittington llegó a obtener 11 en valoración. Sin embargo, dicha brillantez no sirvió para que los andaluces remontaran, ni siquiera, que igualaran a los blancos. Finalmente, el Real Madrid-Coosur Real Betis acabó por 93-69.
Catetadas de los aficionados al fútbol que se meten en el baloncesto
Hay gente a la que le gusta el fútbol, gente que le gusta el baloncesto y gente que le gustan las dos cosas y no solo eso, sino que además, las entiende. Otros entienden un poco más que de fútbol que de baloncesto y no sé si les molestará a los aficionados del deporte de la canasta, pero hay futboleros que siempre están comparando el baloncesto con el fútbol y más, si el club dispone de ambas secciones.
A mí me gustan los dos deportes, pero reconozco que he visto mucho más fútbol que baloncesto a lo largo de mi vida
A mí me gustan los dos deportes, pero reconozco que he visto mucho más fútbol que baloncesto a lo largo de mi vida tanto en estadios (11 oficiales, tres amistosos y tres de fútbol femenino frente a dos del deporte de la canasta. Tampoco es para tirar cohetes) como en la tele. Es por eso por lo que, en líneas anteriores, he comparado a los dos últimos 7 de fútbol con los dos últimos 7 de baloncesto. Es por eso por lo que también podría hacer un paralelismo Real Madrid-Real Betis entre ambos deportes. Pero no, yo en catetadas tengo que ir más allá o si no, no soy yo. Bueno, catetadas, burradas o simplemente, idas de la olla. Juzgad vosotros mismos.
Sergio Llull cayó encima de un fotógrafo y yo me puse en la piel del pobre reportero
En el fútbol estamos acostumbrados a ver mucho contacto entre los jugadores y con ello, muchas caídas. En baloncesto no es tan común ver a los jugadores caer al suelo, pero es inevitable verlos tirados todo lo largos que son y no pensar: «Menudo tiazo ha pegado el pobre. ¡Anda, que eso no tiene que doler nada!» A lo mejor duele igual el porrazo de una persona alta que de una persona baja, pero a mí me da la impresión de que, a más estatura, más dolor. Durante el Real Madrid-Coosur Real Betis, Sergio Llull perdió el equilibrio, tiró la valla publicitaria y se cayó encima de un fotógrafo. Yo no hacía nada más que pensar en el pobre fotógrafo y en el susto que habría pasado pensando que el base-escolta balear le podría haber roto la cámara o el objetivo, con el pastón que cuestan. Porque un choque con Llull tiene que doler, pero tanto como semejante dolor de bolsillo… no sé yo.
Termina el Real Madrid-Coosur Real Betis y todo vuelve a la normalidad
El árbitro pita final del partido. Me paro a fotografiar los paneles que indican cómo ha acabado el Real Madrid-Coosur Real Betis por si posteriormente me hace falta a la hora de escribir esta crónica. Me vuelvo y la afición visitante ya se había ido. Menuda rapidez. Entro al servicio y, cuando me quiero dar cuenta, todo está vacío. Madre mía, con el susto que a mí me da pensar que me voy a quedar encerrada en un sitio. Bajé las escaleras y allí estaba todo el mundo saliendo. Allí estaban también los aficionados béticos, tenían pinta de habérselo pasado bien pese a la derrota.
Los aficionados del Betis tenían pinta de habérselo pasado muy bien a pesar de la derrota de su equipo
Por mi parte, salí del Wizink Center y comprobé que los alrededores estaban tranquilos. Un puesto de chucherías enfrente del pabellón y poco más. Salgo contenta, me ha gustado la experiencia. No sé cuándo volveré a repetir, pero lo cierto es que me alegro de haber abierto las puertas a más deportes en este blog. Madrid tiene la ventaja de que tiene de todo y hay que aprovechar mientras esté aquí. Me voy a poner en modo youtuber y pedirte que, por favor, si te ha gustado esta entrada, no olvides compartirla en tus redes sociales, así como también te agradecería que te suscribieses a la lista de correo de Ravelo. Y es que solo así, podré ofrecerte tanto a ti como a los demás fans de la web experiencias como esta. Ojalá sean muchas más.
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