26 Ago Mónica Puig vs. Jasmine Camacho-Quinn: Puerto Rico, único, de oro

De las dos últimas ediciones de los Juegos Olímpicos, Puerto Rico ha visto colgarse el oro a dos compatriotas suyas

Isabel Arroyo Sauces

¿Qué hay que hacer para poder encabezar un medallero olímpico? Aquellos países que luchan por tener este mérito suelen tener tres cosas en común: gran tamaño geográfico, gran número de población y grandes inversiones en el deporte de élite. Visto así, no es imposible que un país pequeño no pueda subir al podio en unos Juegos Olímpicos, pero sí es bastante improbable que quede entre los primeros puestos del medallero.

Los países que luchan por encabezar el medallero olímpico suelen tener gran tamaño geográfico, gran número de población y grandes inversiones en deporte

Por otra parte, hay que recordar que la jerarquía de los medalleros no va por metales conseguidos, sino que priorizan las medallas de oro; después, las platas y después, los bronces. Es por eso por lo que si un país solo gana una medalla de oro y otro, tres platas y cuatro bronces, quedará por encima aquel que haya conseguido hacer sonar su himno nacional en el campeonato de turno. Por ejemplo, Puerto Rico quedó en el puesto 63 en Londres 2012 con dos preseas mientras que en Río 2016 quedó en el 54 habiendo ganado una sola medalla. Y es que en Londres fueron una plata y un bronce y en Río, un oro. En Tokio 2020 volvió a repetir con otro oro. He aquí Mónica Puig y Jasmine Camacho-Quinn, las dos últimas campeonas olímpicas del país caribeño.

Mónica Puig: Retirada prematura pero con el preciado metal

Mónica Puig nació el 27 de septiembre de 1993. Empezó a practicar tenis con seis años gracias a sus padres, que descubrieron que la niña tenía talento con la raqueta. En 2014, ganó el Internacional de Estrasburgo ante la española, Silvia Soler-Espinosa. Es el único título WTA de su palmarés.

Mónica Puig fue la primera campeona olímpica de la historia en Puerto Rico

En su palmarés contaba con un oro en individual y un bronce en dobles en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010. También ganó la medalla de plata en individual en los Juegos Panamericanos de 2011. Sin embargo, hablar de Juegos Olímpicos son palabras mayores.

Mónica Puig llegaba muy en forma a Río 2016, de tal manera que llegó a derrotar a todas y cada una de las rivales que se cruzaron por su camino, entre ellas, Garbiñe Muguruza. En la final se citó con Angelique Kerber, a la cual venció por 6-4, 4-6, 6-1. Fue entonces cuando Mónica Puig hizo historia para su país, pues se convirtió en la primera puertorriqueña en colgarse un oro en unos Juegos Olímpicos.

Mónica Puig pasó por el quirófano cuatro veces en tres años

Sin embargo, no toda su carrera iba a ser de color de rosa. La tenista puertorriqueña ha tenido que renunciar a participar en numerosos trofeos de Grand Slam y a revalidar en Tokio su título olímpico. ¿La razón? Una lesión grave detrás de otra. Mónica Puig ha llegado a pasar por el quirófano hasta cuatro veces en tres años. Su cuerpo dijo «basta» y se vio obligada a anunciar su retirada con 28 años. Es la retirada prematura de una tenista que ha hecho historia.

Jasmine Camacho-Quinn: En los Juegos olímpicos también se saldan deudas

Jasmine Camacho-Quinn lleva el atletismo en las venas, pues tanto su padre como su madre habían sido atletas en la Charleston Southern University de North Charleston, en el Estado de Carolina del Norte. Jasmine tiene un hermano, Robert, que también es deportista profesional, pero en vez de por el atletismo, se decantó por el fútbol americano.

Jasmine Camacho-Quinn se topó en Río con las tres últimas vallas de la semifinal

La especialidad de Jasmine Camacho-Quinn son los 100 metros vallas. Sus primeros Juegos Olímpicos fueron los de Río 2016, donde la atleta puertorriqueña llegó hasta semifinales. Precisamente en esta ronda, tuvo la mala suerte de tropezar con las tres últimas vallas. No pudo terminar la carrera y quedó eliminada.

Por supuesto, Jasmine Camacho-Quinn llegó a Tokio con el objetivo de poderse quitar la espina de la mala suerte que tuvo en Río. De ahí, a hacer historia. Si en Río no pudo finalizar la carrera en semifinales, en Tokio le dio la vuelta a la tortilla batiendo un récord olímpico de 12:26.

En las semifinales de Tokio, Jasmine Camacho-Quinn batió el récord olímpico de los 100 metros vallas

Evidentemente, la atleta puertorriqueña era la favorita para ganar en la final y no defraudó. No pudo bajar su marca de las semifinales (lo hizo en 12:37 segundos), pero sí que le dio para colgarse el oro al cuello y volver a hacer sonar el Himno de Puerto Rico por segunda vez en la historia en unos Juegos Olímpicos. Quizá Puerto Rico se esté malacostumbrando. Seguramente, sus aficionados se estarán preguntando: «¿Habrá una tercera medalla de oro en París 2014?» Ya solo quedan dos años para averiguarlo.

@ravelodeporte