Beneficios del deporte y cómo este puede mejorar tu día a día

El deporte es una fuente inagotable de salud. Física y emocional. Las cifras, sin embargo, ofrecen un panorama desalentador a pesar de conocerse todos esos beneficios que impulsa el ejercicio físico en el organismo. El 43% de los españoles se define como una persona sedentaria; y esto repercute en el gasto sanitario (más de 1.500 millones de euros) que debe utilizarse en la curación de enfermedades. ¿Y por qué no hacer deporte?

Planificación y constancia

El deporte (sin alcanzar un nivel de exigencia excelso) siempre es beneficioso para todas las personas. Ese día a día mejora considerablemente y siempre hay una lectura positiva a futuro. El bienestar alcanza sus niveles máximos. El organismo está óptimo desde un punto de vista físico, se previenen enfermedades y psicológicamente, también, se evoluciona a favor. Alcanzar este estado requiere de seguir unas pautas y ser constante.

El momento más crucial es comenzar a realizar una actividad física. Si se supera ese momento, todo fluirá. El primer consejo es elegir un deporte que guste, con el que nos vayamos a sentir cómodos. A disfrutar. Y en esa misma decisión debe primar el ser conscientes del estado físico. Habrá que ir de menos a más. Y ser constante. Quizá una recomendación sea la contratación de un entrenador personal Madrid, el cual nos ayudará a trazar un plan de entrenamiento acorde a nuestro físico.

El plan estándar, aunque éste puede variar en función de cada persona, se centraría en realizar ejercicio aeróbico durante 3 días (de forma intensa) o 5 días (de manera más tranquila) durante unos 30 minutos. Asimismo, habría que hacer ejercicios de fortalecimiento de músculos (tren superior e inferior) de manera diaria. Alrededor de unos 10 ejercicios. Fácil, cómo ven y muchos los beneficios que otorga el deporte.

Deporte: más calidad de vida

Que un organismo se mantenga sano y joven requiere de una práctica deportiva, pero también de otra serie de hábitos saludables: una correcta y variada alimentación; gestión del peso e ingesta de alcohol y otras sustancias. Más allá de esta ecuación, la practica activa de una actividad deportiva favorece en este sentido:
Disminución del estrés: las tensiones del trabajo u de otras obligaciones desaparecen con el ejercicio. Los músculos se relajan y la mente se libera.
Mayor bienestar: el estado de ánimo también muestra su mejor versión con el deporte; al tiempo que se evita caer en estado depresivos. El deporte libera todos los pensamientos negativos y nos ayudará a descansar con un sueño más reparador.
Mayor salud: nuestro cuerpo gana en flexibilidad, aumentamos nuestro tono muscular, disponemos de mayor energía y ganamos en autoestima, superando esos retos que tiene todo deporte. En definitiva, nos sentimos más jóvenes, puesto que también nuestros huesos y articulaciones se ven beneficiadas del movimiento activo.
Obviamente, el deporte también conlleva algunos cuidados. Es decir, no debemos forzar a nuestro cuerpo porque corremos el peligro de padecer algún percance físico, al tiempo que debemos regular el descanso e intensidad de este. En cualquier caso, es muy fácil hacer deporte, desde subir unas escaleras en lugar de usar el ascensor a, por supuesto, correr o montar en bicicleta. Pequeños hábitos que si somos constantes acabaremos notándolos en nuestra salud.
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