10 Sep Si entrar a la academia de Operación Triunfo no te garantiza un futuro en el mundo de la música, ¿por qué quieres estudiar un máster en Periodismo Deportivo?
Los másteres son solo un negocio que, en ningún caso, garantizan un futuro laboral
Isabel Arroyo Sauces
Te apasiona el deporte. Cuando aprobaste las pruebas de acceso a la Universidad, decidiste estudiar Periodismo con la ilusión de dedicarte en el futuro a escribir en Marca, a presentar la información deportiva en el telediario o a cubrir unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol, en fin, de dedicarte al periodismo deportivo. Terminas la carrera y, entre otras tantas opciones, está la de especializarte con un máster: Periodismo Deportivo, Organización de Eventos Deportivos, Gestión, Comunicación y Marketing Deportivo, etc. La lista de especialidades es interminable. Piensas que con esta titulación, habrás aprendido todo lo que necesitas acerca de tu especialidad, conocerás los contactos necesarios y a la hora de buscar trabajo, estarás por delante de aquellos que solo tienen la carrera y nada más, pero ¿estás seguro de que todo esto será así o quizá la realidad sea otra totalmente diferente?
Si contamos los ‘triunfitos’ que han conseguido consagrar sus carreras discográficas, quizá no tengamos ni para completar una sola edición
El privilegio de entrar a la academia de Operación Triunfo
En octubre de 2016, RTVE lanzó el documental OT: El Reencuentro para celebrar el 15 aniversario de la primera edición de Operación Triunfo. En este documental, David Bustamante afirmó que aquellos 16 concursantes eran unos privilegiados por haber formado parte de semejante programa. Por otra parte, aquellos lectores de Ravelo que, además del deporte, les guste cantar y se quieran dedicar a ello profesionalmente habrán escuchado muchas veces por parte de gente conocida que deberían presentarse al casting de Operación Triunfo. Cada comienzo de edición, aquellos «privilegiados» que han conseguido entrar a la academia a aprender de grandes profesionales aseguran que esto es una oportunidad única y están dispuestos a aprovecharla al máximo. Sin embargo, a la hora de echar cuentas, el talent show musical lleva diez ediciones en la pequeña pantalla. Obviando las dos últimas, las cuales son muy recientes y aún está por ver que esos artistas se mantengan o sean flor de un día, ¿cuántos de esos concursantes han salido a flote en la industria discográfica? De 128 voces que han pasado por OT desde la primera hasta la octava edición, ¿han salido a flote los 128 cantantes? ¿Han triunfado más los ganadores que los demás? Nada más lejos de la realidad: si contamos los ‘triunfitos’ que han conseguido consagrar sus carreras discográficas, quizá no tengamos ni para completar una sola edición. Teniendo en cuenta estas estadísticas, es posible que más de uno haya llegado a la conclusión de que para hacerse un hueco en el mundo de la música, participar en Operación Triunfo no sea la mejor de las salidas.
Si te especializas con un máster, destacarás sobre tu competencia
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-Una es que para trabajar en un medio de comunicación, nadie te va a pedir formación ninguna. Vamos, como si no quieres tener ni la ESO. Lo único que tienes que hacer para trabajar allí es tener contactos y caerles en gracia, pero si no es así, ningún máster te va a servir para abrirte las puertas.
La rentabilidad de OT y los másteres
Uno de los requisitos que más se piden en los talent show es la versatilidad del cantante. De hecho, en la fase 2 del casting de Operación Triunfo piden que les cantes tres temas de distintos estilos musicales. Para ello, quizá ayude mucho saber cantar en español y en inglés. Luego la realidad es que tres de los ‘triunfitos’ con mayor trayectoria musical son David Bisbal, Manuel Carrasco y Pablo López y ninguno de ellos se caracteriza precisamente por saber defenderse en la lengua de Shakespeare.
De poco les ha hecho falta el inglés a Bisbal, Carrasco y López cuando con buenas voces, personalidad y estilo propio, son capaces de conquistar al público sin necesidad de llevar el sello de ‘triunfitos’ por delante. Además, no es el caso de un ‘triunfito’, pero tampoco le ha hecho falta a Joaquín Sabina saber cantar lírico ni flamenco. Entonces, ¿para qué sirve la versatilidad? Básicamente, para que los profesores trabajen con más opciones. Efectivamente, son requisitos que benefician más al programa que al cantante. Por otra parte, mucha gente se pregunta si merece la pena seguir mandando ‘triunfitos’ a Eurovisión para luego quedar siempre entre los últimos. La respuesta es sí, mientras estos den audiencia y RTVE se pueda echar dinero al bolsillo, sí. Lo mismo ocurre con los másteres: puede que a ti no te garanticen ningún trabajo, pero ellos piden por la titulación 10.000 euros y en cada promoción tienen 50 alumnos, 500.000 euros que la universidad se asegura todos los años.
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