24 Ene Alexandra Trusova, la niña saltarina de los hielos
La patinadora rusa, dispuesta a hacer un Campeonato de Europa para el recuerdo y adelantar a las veteranas
Isabel Arroyo Sauces
Debajo del maquillaje, el rímel y los rabillos se encuentra el rostro angelical de la patinadora rusa Alexandra Trusova, nacida en junio de 2004. Al igual que su fino rostro, su cuerpo también es muy delgado, aunque quizá delgado no sea la palabra, sino aniñado. Cuerpo de niña y rostro de niña, pero con una dificultad en sus ejercicios que supera a los de cualquier otra patinadora más veterana.
La dificultad de los ejercicios de la patinadora rusa Alexandra Trusova supera a los de cualquier otra patinadora más veterana
Alexandra Trusova es todo un espectáculo en el hielo. Muchos aficionados se preguntan cómo es capaz de ejecutar esos magníficos saltos con tan poca edad. Sin embargo, otros expertos se preguntan cómo le repercutirá semejante dureza cuando tenga unos pocos de años más. Ese es el dilema.
La reina de los toes
Probablemente, Alexandra Trusova se recordará toda la vida patinando ya que comenzó a practicar este deporte con solo cuatro años. Quién le iba decir a aquella pequeñaja que diez años después, haría historia. Y es que en el Campeonato del Mundo Júnior 2018, Trusova no solo ganó la medalla de oro, sino que se además, se convirtió en la primera patinadora en completar un cuádruple toe (giro en el aire con las piernas rectas) y dos saltos cuádruples y la segunda en conseguir un cuádruple salchow (salto que se ejecuta con una pierna por delante de la otra para tomar impulso), solamente por detrás de Miki Ando.
En el Mundial Júnior 2018, Alexandra Trusova se convirtió en la primera patinadora en la historia en ejecutar un cuádruple toe y dos saltos cuádruples
Además, en septiembre de 2018, Trusova logró una consecución de cuádruple toe y triple toe. Con todos estos saltos obtenidos en su etapa júnior, normal que haya entrado en sénior pisando fuerte. Y es que la pequeña rubita con ojos azules y cuerpo aniñado es imposible que deje indiferente a nadie con su espectáculo.
La cara y la cruz del fenómeno Trusova
La perfección en la ejecución de los saltos más difíciles y espectaculares del mundo de Alexandra Trusova es indiscutible. Sin embargo, la parte técnica contrarresta la parte artística, mucho menos pulida. Al fin y al cabo, lo que más puntúa en el patinaje son las dificultades técnicas y con estos saltos, a la rusa le basta y le sobra para estar siempre en el podio.
Con las dificultades técnicas que hay en los programas de Alexandra Trusova, la rusa se puede permitir el lujo de cuidar menos la expresión artística
Alexandra Trusova está corriendo demasiado deprisa y sus entrenadores con ella mucho más. El cuerpo de la rusa aún no está desarrollado, es decir, que es el de una niña y no el de una mujer. Ahí está el problema: Esta ejecución perfecta de fuerzas en los saltos acaban pasando factura a las patinadoras una vez finalizan su desarrollo. La mayoría no consigue superar esa transición y lo peor es que la procesión va por dentro. Espectáculo y consecuencias son la cara y la cruz del fenómeno Trusova, el presente y el futuro de la niña saltarina de los hielos.
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