16 Mar Vejaciones en el CAR de León: No hay nada que justifique el maltrato
Isabel Arroyo Sauces
El Club Ritmo parecía ser el sitio perfecto donde florecía el talento español de la gimnasia rítmica. Sus mayores embajadoras han sido la veterana Carolina Rodríguez y Sara Llana. Cuando estas aparecían en alguna competición, su entrenadora, Ruth Fernández, siempre salía abrazándolas y comiéndoselas a besos. Hace años que dejé de usar Instagram, pero cuando lo usaba, no me acuerdo de si seguía el perfil de la entrenadora o el del club, pero lo cierto es que siempre subía fotos de ambas gimnastas con palabras de cariño por parte de Ruth.
La denuncia de las vejaciones en el CAR de León chocan con las imágenes cariñosas de Ruth Fernández hacia gimnastas como Carolina Rodríguez o Sara Llana
Sin embargo, parece ser que no todas las gimnastas pueden decir lo mismo. Hace unos meses, Claudia Jaimez y Carla Vilasánchez hicieron un directo en Instagram donde no dejaban a Ruth Fernández en muy buen lugar. Ambas denunciaban maltrato verbal e insultos como ‘bollycao’, ‘mazapán’ o ‘eres lo peor’, entre otras tantas cosas. Claudia y Carla reconocían haber entrenado con ansiedad y con pánico a la entrenadora.
A Claudia Jaimez y Carla Vilasánchez se han sumado otras gimnastas. Estas han preferido no dar sus nombres y la única pista que aportan es que entrenaron desde 2003 hasta 2020. Diario de León recoge unas declaraciones de estas chicas en las que coinciden con Claudia y con Carla. Ellas afirman que los insultos estaban a la orden del día y las vejaciones en el CAR de León les han dejado unas secuelas psicológicas que arrastran a día de hoy. Si hay algo que dejan claro es que no todo vale por una medalla.
Casos similares en el extranjero
Famosos son ya los abusos sexuales por parte de los entrenadores a las gimnastas en gimnasia artística. Varias componentes del equipo nacional de Estados Unidos los han denunciado. Por Dios, me muero de asco solo pensarlo y no me quiero ni imaginar la cantidad de traumas que esas niñas van a arrastrar de por vida.
Parece ser que los abusos sexuales en gimnasia artística y el trato vejatorio en gimnasia rítmica está a la orden del día
Por otro lado, ¿habéis visto el documental Over The Limit, donde sale la preparación de Margarita Mamun para los Juegos Olímpicos de Río 2016? Amazon avisa de que es duro. Como tráiler, sale la entrenadora diciéndole a la gimnasta: «Tú no eres un ser humano, eres una atleta». Pues bien, os aseguro que eso es lo más suave que le dicen a la muchacha. Desde entonces, no puedo ver a Irina Viner. Ella sale muy refinada a la vera de las gimnastas en los campeonatos y a saber a cuántas niñas habrá destrozado psicológicamente (o mejor dicho, a cuál no y acabamos antes). Hay que tener mala leche para decirle a una joven cuyo padre está enfermo de cáncer que cuando esté haciendo el ejercicio, se lo imagine muriéndose.
No hay nada que justifique el maltrato
Las entrenadoras del Club Ritmo niegan las vejaciones en el CAR de León. Otras entrenadoras lo justificarán alegando que la exigencia es fundamental y que hay que pagar un alto precio para ser un deportista de élite. Desgraciadamente, no todo en la vida se supera.
Cualquier tipo de vejación deja en la víctima un trauma de por vida, así que no hay nada que justifique el maltrato
Existen muchos tipos de maltrato: violaciones, violencia de género, acoso escolar, pedofilia, maltrato infantil… ¿Qué tienen todos ellos en común? Que en estos casos, no se le puede engañar a la víctima diciéndole que todo en la vida se supera porque es mentira: cualquier tipo de vejación deja un trauma de por vida que no se llega a superar jamás. Como mucho, la víctima se acostumbra a convivir con ello. Es por eso por lo que no hay nada que justifique ningún tipo de maltrato. Vamos a ver a cuál de las dos partes le da finalmente la razón la justicia, pero sea como fuere y lo digo en modo generalizado: tolerancia 0 ante las vejaciones. Si ves que una gimnasta no te gusta, no la cojas, pero no le digas que es una mierda y que no vale nada.
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