31 Mar Sonja Henie: la pionera de los patines blancos
Las patinadoras de hoy en día han heredado la indumentaria de la histórica campeona olímpica noruega
Isabel Arroyo Sauces
Todo el mundo está acostumbrado a ver a las patinadoras (ya sea en categoría femenina, parejas o danza) ejecutar sus programas en el hielo con atuendos minifalderos y patines de color blanco. Parece que toda la vida, la estética del patinaje femenino ha sido siempre así, pero ¿alguien se ha parado alguna vez a pensar por qué las patinadoras visten así y no de otra manera? ¿Es una norma del código o qué?
Sonja Henie fue la primera patinadora de la historia en usar minifalda y patines blancos
Sonja Henie es conocida por haber sido la primera dama del hielo, así como también es conocida por haber sido la primera patinadora en utilizar minifalda y patines blancos. Quizá en estos tiempos actuales, mencionar la anécdota de la minifalda podría parecer una noticia con connotaciones sexistas, pero su explicación va mucho más allá. Y es que a principios del siglo pasado, se puso de moda que las mujeres utilizaran las mismas faldas cortas que ya habían usado de niñas. Esta prenda permite mucha más comodidad que las faldas hasta los tobillos a la hora de deslizarse por el hielo.
La minifalda fue una revolución en el patinaje artístico porque permite más comodidad que una falda larga a la hora de deslizarse por el hielo
Pero Sonja Henie no solo pasó a la historia del patinaje artístico por su minifalda y sus patines blancos. La noruega cuenta con un extenso palmarés del que muy pocas patinadoras pueden presumir, aparte de haber dominado también otras facetas. He aquí su legado:
Empezó como bailarina
Desde muy pequeñita, Sonja Henie mostró cualidades para la danza. Hija de un antiguo campeón del Mundo de ciclismo, su padre contrató a los mejores profesionales (valga de ejemplo la bailarina rusa Tamara Karsavina) para sacarle partido a las aptitudes de la niña. Como el patinaje artístico es un deporte que tiene su base en la danza, sus dotes como bailarina la ayudaron a triunfar sobre el hielo.
Sus dotes como bailarina ayudaron a Sonja Henie a triunfar sobre el hielo ya que el patinaje artístico tiene su base en la danza
En Río 2016, la edad mínima para participar en los Juegos Olímpicos era 13 años e incluso más dependiendo del deporte, pero no siempre ha sido así. De hecho, Sonja Henie hizo su primera participación olímpica con solo 11 años. Fue en Chamonix 1924 y quedó octava. Fue el principio de una gran carrera deportiva.
Tres oros olímpicos entre otros tantos títulos
A los 14 años, Sonja Henie acudió a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sankt Moritz 1928 con un título de campeona del Mundo como carta de presentación. Aquella pequeñaja arrasó de tal manera que se llevó la medalla de oro. Fue la primera de las tres veces en las que se proclamó campeona olímpica, pues en Lake Placid 1932 y en Garmisch-Partenkirchen 1936 repitió posición.
El récord de Sonja Henie de 10 campeonatos del Mundo consecutivos aún continúa vigente
Aparte de sus tres medallas olímpicas, Sonja Henie consiguió seis campeonatos de Europa logrados entre 1931 y 1936 y diez campeonatos del Mundo entre 1927 y 1936. Esta última hazaña la comparte con el patinador Ulrich Slachow y hasta la fecha, ningún patinador individual (ni chico ni chica) ha superado este número. De la competición pasó al cine de Hollywood y en algunas de sus películas siguió demostrando sus dotes como patinadora y bailarina. La vocación siempre acompaña.
El legado de Sonja Henie
Es cierto que el patinaje de Sonja Henie no se puede comparar, por ejemplo, con el patinaje de Alexandra Trusova, pero es que entre una patinadora y otra hay un siglo de evolución. De la noruega quedan los patines blancos para las chicas, aunque muchas de ellas optan por forrarlos con mallas del mismo color de la piel. En cuanto a la minifalda, se trata de una prenda obligatoria a no ser que se usen monos que cubran todo el cuerpo. Tan extendido está el atuendo minifaldero que si la vestimenta de la patinadora roza el hielo, le restará puntuación al ejercicio.
En la actualidad, la minifalda está tan extendida que si la ropa de la patinadora roza el hielo, los jueces restarán puntuación al ejercicio
Las patinadoras de hoy en día innovan cada vez más en sus programas y completan saltos hasta hace poco inimaginables. Al fin y al cabo, la dificultad técnica es lo que más puntúa. Seguramente, Sonja Henie nunca podría imaginar en su época que su preciado deporte iba a evolucionar de la manera en la que ha evolucionado, pero desde donde quiera que esté, estará aplaudiendo a todas estas chicas que con cada ejercicio hacen que el patinaje artístico sobre hielo sea cada vez más bonito. Que siga el espectáculo.
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