
08 Ene Simona Amânar: campeona olímpica a su pesar
La gimnasta rumana defendió la inocencia de su compañera, Andreea Raducan, pero aceptó la medalla por su país
Isabel Arroyo Sauces

Nadia Comaneci en asimétricas: E.P.
Por tradición, la escuela rumana ha sido siempre una de las más fuertes del mundo en gimnasia artística. Rumanía es conocida, sobre todo, por Nadia Comaneci. Y es que cuando todo el mundo pensaba que completar un ejercicio con una nota de 10 era imposible, la rumana en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 logró un 10 hasta en siete ocasiones. Gracias a esas notas, la gimnasta de entonces 14 años ganó el oro en el concurso individual, en barra de equilibrio y en asimétricas.
Rumanía es conocida en gimnasia artística por Nadia Comaneci, la gimnasta 10
Sea como fuere, Nadia Comaneci no es la única gran gimnasta que ha dado Rumanía a lo largo de la historia. Valga como ejemplo el equipo que el país de Europa del Este mandó a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, el cual volvió a casa con seis medallas colgadas al cuello: tres de oro, dos de plata y una de bronce. Sin embargo, una de ellas fue conseguida con un sabor más amargo que dulce. ¿Por qué?
Andreea Raducan y la pastilla para el resfriado

Las gimnastas que ocuparon el podio en Sídney. De izquierda a derecha: Simona Amânar, Andreea Raducan y María Olaru: Comité Olímpico Rumano.
Rumanía había preparado un equipazo en gimnasia artística femenina para Sídney 2000. De hecho, fue el conjunto que se llevó la medalla de oro en el concurso por equipos. Sin embargo, de entre todas las grandes gimnastas, había una que destacaba en especial: Andreea Raducan. Todo el mundo esperaba de ella que se hiciera con el concurso individual y la rumana no defraudó. Además, Rumanía hizo pleno en el podio con el oro para Raducan, la plata para Simona Amânar y el bronce para María Olaru.
Rumanía hizo pleno en el podio con el oro para Andreea Raducan, la plata para Simona Amânar y el bronce para María Olaru
Sin embargo, la alegría duraría poco para Andreea Raducan, pues poco después, daría positivo en un control antidopaje por pseudoefredrina. La cuestión es que la rumana nunca quiso cometer ninguna ilegalidad, pero días antes había estado resfriada y el médico le administró nurofen. Este medicamento contiene pseudoefedrina y de ahí, el positivo. A pesar de que el COI era consciente de que todo había sido un accidente, decidió dejarle el oro por equipos y la plata en salto y retirarle la medalla de oro del concurso general a favor de su compatriota, Simona Amânar.
Simona Amânar, campeona olímpica a su pesar y el de sus compatriotas

Andreea Raducan y Simona Amânar tras sus vicotrias en Sídney 2000: Comité Olímpico Rumano.
A pesar de que el positivo de Andreea Raducan le beneficiaba ya que así se convertiría en campeona olímpica, tanto Simona Amânar como María Olaru apoyaron en todo momento a su compañera de equipo. Tanto es así que estaban dispuestas a renunciar a sus propias medallas. No lo hicieron por su país, por no bajar a Rumanía del medallero.
Simona Amânar y María Olaru apoyaron a Andreea Raducan en todo momento
Cuando el equipo aterrizó en Rumanía después de los Juegos de Sídney, el pueblo rumano recibió a Andreea Raducan como la verdadera heroína. Para ellos, Raducan era la verdadera campeona olímpica, dejando a Simona Amânar en un segundo plano. Ella sabía que aquello era una forma de hacer justicia con su compañera. Es por eso por lo que confesó a los medios: «Yo no he ganado. La medalla de oro la ha ganado Andreea y pertenece a ella». Raducan se ganó el corazón no solo de sus compatriotas rumanos, sino también de todos los amantes de la gimnasia artística. Fue así como Simona se convirtió en campeona olímpica a su pesar, mas la deportividad que demostró con Andreea Raducan no tiene precio. Chapó.
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