17 Mar Sevilla vs. Cádiz y Granada vs. Málaga: Rivalidad y hermanamiento y viceversa
En el fútbol, la amistad y la enemistad es como el amor: no siempre dura toda la vida
Isabel Arroyo Sauces
En el caso de los grandes, todo el mundo conoce la rivalidad Real Madrid-Barcelona. De hecho, un equipo siempre se refiere al otro como el eterno rival. Por otra parte, todo el mundo conoce el hermanamiento que existe entre el Real Madrid y el Espanyol debido a que ambos comparten ideologías similares y rivalidad con el Barça. ¿Alguien podría imaginar que la rivalidad y el hermanamiento se intercambiaran entre los equipos? ¿Alguien imagina que pudiera suceder algo para que el Madrid y el Barça se volvieran equipos amigos o el Madrid y el Espanyol, enemigos?
¿Alguien imagina que pudiera suceder algo para que el Madrid y el Barça se volvieran equipos amigos?
La otra Liga insiste en que el fútbol no solo es Real Madrid y Barcelona y que los aficionados no solamente pueden centrarse en los grandes porque si no, se perderán otras muchas historias interesantes. Ejemplo de ello son cuatro equipos andaluces que cambiaron el hermanamiento por la rivalidad y viceversa: Sevilla y Cádiz por un lado y Granada y Málaga por otro. Porque en el fútbol, la amistad y la enemistad es como el amor: no siempre dura toda la vida.
Sevilla, Cádiz y el partido de la discordia
Allá por mediados de los años 40, las familias Carranza y Sánchez Pizjuán mantenían una estrecha relación de amistad, de ahí el hermanamiento entre Cádiz y Sevilla. Además, el equipo invitado a la inauguración del estadio cadista fue el Barcelona, pero el conjunto hispalense participó en todos los actos protocolarios. Después llegaría el Trofeo Carranza, donde el Sevilla siempre era equipo invitado y cuando jugaba, lo hacía arropado por la afición del Cádiz.
El hermanamiento entre Sevilla y Cádiz se debía a la amistad que mantenían las familias Sánchez Pizjuán y Carranza
Sin embargo, el partido de la discordia llegó en la 1958, concretamente, en la IV edición del Trofeo Carranza. Tras las victorias del Sevilla frente al As Roma y del Real Madrid al Wiener Sport Club respectivamente, sevillistas y madridistas se enfrentan en la final. El público gaditano estuvo animando al equipo de los Sánchez Pizjuán hasta que a pocos minutos del descanso y con una ventaja del Real Madrid sobre el Sevilla de un gol de Alfredo Di Stéfano, el defensa sevillista Marcelo Campanal hace una entrada al centrocampista merengue Juan Santisteban. Dicho percance provoca una trifulca entre ambos jugadores.
La trifulca entre el sevillista Campanal y el madridista Santisteban en el Trofeo Carranza provocó la ruptura amistosa entre Sevilla y Cádiz
Como por aquel entonces no existían las tarjetas, el árbitro pidió a Campanal que se marchara. El Madrid lo consideró expulsión, el Sevilla, que simplemente se apartara de la trifulca. Para curarse en salud, el colegiado pita el final de la primera parte y manda a los jugadores al vestuario. Tras media hora de discusiones, el árbitro decide que salga Campanal pero que entre otro en su lugar, mientras que Santisteban también tuvo que salir porque quedó lesionado. El público culpó al Sevilla del retraso del partido y en el segundo tiempo, empezó a animar al Real Madrid. Gento marcó el 2-0 y el Madrid se llevó el Trofeo Carranza al calor de los vítores gaditanos. El Sevilla quedó dolido con esta actitud y, tras celebrar una asamblea, acordaron retirar la invitación al Cádiz para la inauguración de su estadio. En su lugar, ese partido lo disputó el Real Jaén. Además, la entidad sevillista decidió no acudir nunca más al Trofeo Carranza y así lo mantuvo durante 23 años.
La rivalidad de verdad entre Sevilla y Cádiz se dio cuando el equipo cadista subió a Primera
El hermanamiento entre ambos clubes se enfrió a pesar de los lazos familiares, pues el alcalde de Cádiz C.F., José León de Carranza, era hermano de Ramón de Carranza, presidente del Sevilla C.F. De todas formas, ¿qué sentido tiene que exista rivalidad entre dos equipos que juegan en distintas categorías? La rivalidad real llegó en 1981, cuando el Cádiz subió a Primera. Tanto fue así que los enfrentamientos entre ambos equipos estaban considerados partidos de alto riesgo.
Desde 1981 hasta 1985, el Cádiz estuvo subiendo y bajando de categoría hasta que en 1985, se mantuvo en Primera hasta 1993. A partir de ahí, la rivalidad con el Sevilla empezó a suavizarse. Diez años más tarde, las aguas volverían a su cauce.
La reconciliación final llegaría en 2003, cuando el Sevilla tenía su estadio sancionado y el Cádiz le ofreció jugar en el suyo
En 2003, el estadio Sánchez Pizjuán en un derbi contra el Betis fue testigo de la agresión por parte de un aficionado a un guarda de seguridad con una muleta y de otro que saltó al campo para agredir al entonces portero verdiblanco, Prats. Dichos incidentes provocaron que la LFP (ahora LaLiga) decidiera sancionar al Sevilla con el cierre de su estadio durante cuatro partidos. En el primero de ellos, el Cádiz ofreció su estadio al conjunto hispalense. Allí en el Carranza, el Sevilla venció al Mallorca por 3-0. El autor de dos de aquellos goles fue Mariano Toedtli, que tiempo después ficharía por el Cádiz para posteriormente, convertirse en una leyenda del club. A partir de ahí, las heridas quedaron cicatrizadas.
Granada y la solidaridad del eterno rival
Hubo un tiempo en el que la mayor rivalidad de Andalucía Oriental era la que mantenían Granada y Málaga. Normalmente, las rivalidades se dan entre equipos de una misma ciudad (por ejemplo, Sevilla-Betis) o al menos, de una misma provincia, como Cádiz y Xerez. En cambio, como el Málaga no tenía rival en su zona ni el Granada tampoco, aprovecharon la proximidad de ambas ciudades para sus rifirrafes.
La falta de rival en cada provincia y la proximidad de ambas ciudades provocaron la enemistad entre Granada y Málaga
Sin embargo, dicen que los mayores problemas son los que más unen a las familias y, en este caso, también a los enemigos. Durante la década de los 90, tanto Málaga como Granada vivieron tiempos difíciles. En el caso del Málaga, las deudas lo llevaron a la desaparición en 1992. Se salvó su filial, el Club Atlético Malagueño gracias a una previa desvinculación con el primer equipo. Precisamente el conjunto superviviente ascendió a Segunda B en la temporada 92/93, pero volvió a bajar la temporada siguiente (a partir de 1994, comenzó a llamarse Málaga Club de Fútbol S.A.D.). El equipo no levantaba cabeza.
El Málaga original desapareció en 1992. El Málaga actual es el antiguo filial
En cuanto al Granada, en la temporada 88/89 bajó a Segunda B y así se mantuvo hasta 2002, cuando el equipo bajó a Tercera. En esta última categoría, el conjunto nazarí estaba pasando por muchos apuros económicos. Quién le iba a decir que una de sus grandes ayudas vendría por parte del eterno rival.
Los partidos amistosos del Málaga en Los Cármenes ayudaron al Granada a levantarse a nivel económico
Durante esa época, el Málaga disputó varios encuentros amistosos en Los Cármenes que ayudaron al Granada a levantarse a nivel económico. Gracias a esa solidaridad por parte del conjunto boquerón, los nazaríes perdonaron al eterno rival y dicha rivalidad se transformó en hermanamiento. En la actualidad, la enemistad de estos dos clubes hace tiempo que quedó en el olvido y cada vez que Granada y Málaga coinciden en la categoría que juegan, tanto en Los Cármenes como en La Rosaleda se celebra una fiesta.
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