22 Oct Saúl Craviotto: así es el abanderado español de Tokio 2020
Los cuatro metales olímpicos del piragüista y policía le han valido para hacerse portador de la bandera de España el año que viene en la capital japonesa
Isabel Arroyo Sauces
Todo deportista sueña con participar en unos Juegos Olímpicos algún día. Una vez cumplido ese sueño, el deportista de élite sueña con el podio. ¿Y por qué no con la medalla de oro? A lo bueno se acostumbra uno muy pronto, así que una vez el atleta se proclama campeón olímpico, ¿por qué no intentarlo más veces? ¿Por qué no convertirse en uno de los deportistas nacionales con mayor palmarés en Juegos Olímpicos?
Saúl Craviotto es uno de esos atletas olímpicos de los que España se tiene que sentir muy orgullosa. Tras David Cal, que cuenta con cinco medallas olímpicas en su palmarés, Craviotto es uno de los que le siguen junto a Mireia Belmonte, Andrea Fuentes, Arancha Sánchez Vicario y Joan Llaneras con cuatro preseas. ¿Qué sueño podría quedar por cumplir a este piragüista con semejante trayectoria? Pues por ejemplo, ser el abanderado español en unos Juegos Olímpicos. Dentro de nueve meses, su sueño se hará realidad.
¿Quién es Saúl Craviotto? Un héroe sencillo
¿Quién es Saúl Craviotto? Básicamente, un héroe sencillo, una persona normal y corriente que cada día cumple con su trabajo pero que además, gana medallas olímpicas. Ravelo repasa algunos datos curiosos de este piragüista tan laureado para que los lectores puedan saber algo más de él.
Policía con plaza en Gijón
Desgraciadamente, en la sociedad actual no se valora el talento absolutamente nada. Da igual que hayas ganado cuatro medallas olímpicas, dos de ellas, de oro, que del piragüismo no se puede vivir. Es por eso por lo que los palistas (y atletas en general) hacen deporte porque les gusta, pero luego comen gracias a los ingresos que les dan otros trabajos.
Del piragüismo no se puede vivir
Saúl Craviotto nació en Lérida el 3 de noviembre de 1984. La pasión por el piragüismo le viene desde pequeño, pero como él mismo reconoce que no se puede vivir de ello, compagina sus entrenamientos con su trabajo en el cuerpo de la Policía Nacional, donde tiene su plaza en Gijón desde hace muchos años.
«Soy y me siento catalán, estoy orgulloso de serlo y, por supuesto, soy y me siento español y, además, soy policía nacional: el pack completo»
«Soy y me siento catalán, estoy orgulloso de serlo y, por supuesto, soy y me siento español y, además, soy policía nacional: el pack completo», reconoce el campeón olímpico en tono de broma. Ante la actual situación de Cataluña, Saúl Craviotto rompió su silencio en su cuenta de Instagram mostrándose partidario de la aplicación del artículo 155.
Antecesor de Ona Carbonell en Master Chef Celebrity
Otro de los aspectos negativos de la sociedad moderna es la facilidad con la que uno se puede hacer famoso sin haber logrado méritos previos más que ser hijo o pareja de o simplemente, haber concursado en un reality show. Sin embargo, la televisión pública tiene la obligación de velar por una programación libre del mayor número de pseudofamosos posibles. Es por eso por lo que en formatos talent show como Master Chef Celebrity, RTVE procura llevar actores, cantantes, deportistas… y si llevan a algún familiar de, por lo menos, que este no se caracterice por haber protagonizado escándalos.
Los atletas olímpicos, aunque también ganen medallas en europeos y mundiales, solamente son noticia cada cuatro años.
Los atletas olímpicos, aunque también ganen medallas en europeos y mundiales, solamente son noticia cada cuatro años. Es por eso por lo que, de vez en cuando, en programas como Master Chef Celebrity, los espectadores se encuentran con caras poco conocidas que esconden detrás un palmarés deportivo espectacular. Uno de los concursantes de la segunda edición fue Saúl Craviotto. Según contaba el propio piragüista, antes apenas cocinaba y tuvo que prepararse previamente durante cuatro meses, en casa de un amigo con estrella Michelín. Bien aleccionado saldría de allí cuando el catalán consiguió ganar el concurso. Una edición después, ganaría Ona Carbonell, la cual también reconoció que antes de entrar al concurso, no sabía ni freír un huevo.
«Pelea» con Mireia Belmonte por el puesto de abanderado
No es nada fácil ser el abanderado de un país en la ceremonia de apertura de unos Juegos Olímpicos. Para pelear por ese puesto de honor, hay que tener un palmarés razonable y, si puede ser más de una medalla olímpica, mejor. En la actualidad, la delegación española cuenta con dos deportistas en activo que pertenecen al reducido grupo de los tetramedallistas, que son el piragüista Saúl Craviotto (oro en Pekín 2008, plata en Londres 2012 y oro y bronce en Río 2016) y la nadadora Mireia Belmonte (dos platas en Londres 2012 y bronce y oro en Río 2016).
Tanto Saúl como Mireia serían una elección correcta
Saúl y Mireia han sido los dos mayores candidatos para portar la bandera de España en la inauguración de Tokio 2020. Tanto Craviotto como Belmonte han reconocido que les haría muchísima ilusión ser los elegidos y lo harían con mucho orgullo. Y es que fuera la que fuese la decisión final, la elección habría sido la correcta ya que ambos se lo han ganado a base de tenacidad.
El último obstáculo para hacer el sueño realidad
Saúl Craviotto soñaba con ser el abanderado de España en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero para ello, tenía que conseguir antes una plaza. Finalmente, dicha plaza la consiguió en los pasados mundiales de piragüismo, celebrados en Hungría. Allí, el leridano ganó la plata junto con el equipo de K-4, formado por el mismo Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Walz y Rodrigo Cremade.
El abanderado en Tokio tiene que ser el deportista más laureado desde 2004
El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, afirmó en su momento que para seleccionar al abanderado de Tokio, se tendría en cuenta que este tuviera el mayor palmarés olímpico desde 2004. Y como Saúl Craviotto es el único que posee dos oros, una plata y un bronce, él sería el elegido en caso de conseguir el billete para Tokio.
Craviotto ha dejado caer su retirada
Quedan nueve meses para preparar a tope la gran cita olímpica de la capital nipona. En alguna que otra ocasión, Craviotto ha dejado caer que Tokio serían sus últimos Juegos Olímpicos, ya que los va a disputar con 35 años. Eso sí, al palista y policía le encantaría retirarse con otra medalla olímpica colgada al cuello. Ni ganas, ni talento, ni ilusión le faltan.
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