05 Oct Rusia es una dictadura que ha acabado haciendo el ridículo
Isabel Arroyo Sauces
Seguramente a ti de pequeño te habrán enseñado que todo el mundo piensa diferente y hay que respetar las opiniones de los demás aunque sean todo lo contrario a las tuyas. También te habrán inculcado que nadie es mejor que nadie y que en esta vida hay que saber ganar y hay que saber perder. Pues bien, parece ser que como Rusia es una dictadura, todos estos valores se los pasan por el forro (Nota: no me refiero a Rusia como país, sino como equipo y delegación deportiva).
Lo cierto es que yo me creía que el veto a Rusia en competiciones internacionales iba a ser más fuerte, pero en realidad, este se ha limitado a cambiar el nombre del país por el de Comité Olímpico Ruso y el himno nacional por Tchaikovsky. Los protagonistas siguen siendo los mismos.
Rusia es una dictadura que no sabe perder
Rusia es la dueña y señora de la gimnasia rítmica y en Tokio 2020, todo el mundo creía que esta dictadura iba a continuar. De hecho, Almudena Cid confesó que los códigos los confeccionan de acuerdo a beneficiar los puntos fuertes de las gimnastas rusas de turno. En este ciclo tocaba valorar la dificultad por encima de todo lo demás. Y sí, Rusia es una dictadura, pero esta vez le ha salido el tiro por la culata.
La polémica y el reglamento en la mano
Sea o seas rusa, cada gimnasta tiene que competir sacando lo mejor de una misma e intentar ser única en el tapiz. Por ejemplo, Linoy Ashram tiene como puntos fuertes la flexibilidad y la potencia, así como la manera de trabajar los giros en relevé. En resumidas cuentas, la israelí tiene suficientes cualidades como para pelear por estar en lo más alto de acuerdo al código 2016/21.
Linoy Ashram utilizó sus puntos fuertes para adaptarse al código entonces vigente
Y sí, se le cayó la cinta en la final mientras que Dina Averina completó el ejercicio sin fallos. El ROC protestó y los jueces le denegaron la protesta. ¿Por qué? Porque, con el reglamento en la mano, Linoy seguía teniendo un coeficiente de dificultad más alto que el de Dina, por tanto, seguía sacando más nota. Lo han explicado ya un millón de veces, pero Rusia todavía no se entera (o no se quiere enterar).
Boicot ridículo
Rusia no obtuvo medalla de oro ni en conjuntos ni en individual e Irina Viner y sus simpatizantes todavía están dando pataletas. Tanto es así que ahora culpan a Natalya Kuzmina, la representante rusa que participó en el Comité Técnico Internacional como juez en Tokio 2020. Ella cumplió con su trabajo, pero la culpan de no haber hecho nada para que Dina Averina subiera a lo más alto del podio, lo más justo según ellos. ¿Su castigo? Apartarla del Comité Técnico Internacional. No me diréis que cosas así no demuestran que Rusia es una dictadura.
La destitución de Natalya Kuzmina demuestra que Rusia es una dictadura
¿Ya no se acuerdan del escándalo Vitrichenko? ¿Y de las veces que Anna Bessonova se mereció ser campeona del Mundo y no lo fue por no competir bajo bandera rusa? Querida Rusia, deja de hacer el ridículo ya de una vez y a ver si eres capaz de comprender que hay que saber ganar y hay que saber perder. Vuestra federación ha caído en Tokio igual que en su día cayó el Imperio Romano. Ya sabes: torres más altas han caído.
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