07 Jul Pinceladas. Rítmica para colorear: el arte más allá del tapiz
La que fuera campeona del Mundo en 1991, Montse Martín, presenta un cuaderno para que los amantes de la gimnasia rítmica pongan a prueba su creatividad
Isabel Arroyo Sauces
El confinamiento que ha vivido España durante esta primavera ha animado a muchas personas a llevar a la práctica esa idea con la que llevaban tanto tiempo en la cabeza: aprender idiomas, retomar los estudios, recuperar antiguas recetas… o por qué no, crear un cuaderno. Ejemplo de esto último es el caso de Montse Martín. La que fuera componente del conjunto campeón del Mundo en Atenas 1991 ha sacado un cuaderno que recopila sus dos grandes pasiones: la gimnasia rítmica y la ilustración. «Sí que tenía la idea, pero el confinamiento también me ayudó mucho a hacerlo«, reconoce.
Montse Martín combina en Pinceladas. Rítmica para colorear sus dos grandes pasiones: la gimnasia rítmica y la ilustración
Para poder amenizar esos momentos tan duros, las redes sociales se llenaron de retos. Uno de ellos fue Tus pinceladas en casa, que consistía en coger cualquier ilustración del libro Pinceladas de rítmica o cualquier otra de temática rítmica y que hicieran su versión. «Llegué a recibir más de 700 dibujos», recuerda la ex gimnasta.
La compañera del conjunto de Montse Martín, Débora Alonso, propuso el reto Tus pinceladas en casa durante el confinamiento
Lo cierto es que este reto no fue idea de Montse Martín, sino de su compañera de conjunto Débora Alonso, que en la actualidad es entrenadora. «Me propuso darle a sus gimnastas el libro de Pinceladas y cada día, proponerles una imagen del libro. Hubo niñas que hicieron más de 40 dibujos», recuerda.
El reto Ser pincelada todavía continúa activo por Internet, donde las niñas emulan a gimnastas como Carolina Pascual o Anna Bessonova entre otras
Además de Tus pinceladas en casa, Montse Martín lanzó otro reto que todavía continúa activo por Internet: Ser pincelada. Este reto consiste en hacerse una foto imitando las ilustraciones que aparecen en Pinceladas de rítmica. En su fanpage de Facebook, aún está recibiendo fotos de pequeñas gimnastas que emulan ser grandes como Carolina Pascual, Eva Serrano, Anna Bessonova o Ana Bautista entre otras.
Cómo es Pinceladas. Rítmica para colorear
En la web del Ritmic Store está a la venta Pinceladas. Rítmica para colorear. La unión entre gimnasia rítmica y dibujo es la suma de un producto muy visual y estético. El cuaderno está encolado para que sus 16 láminas se puedan desprender con facilidad. Las láminas presentan una dimensión de 23×32 centímetros y constan de un papel de 240 gramos, apto para todas las técnicas.
Pinceladas. Rítmica para colorear es un cuaderno que consta de 16 láminas de 23×32 centímetros y constan de un papel de 240 gramos, apto para todas las técnicas
Dentro de Pinceladas. Rítmica para colorear no faltarán gimnastas míticas como Alina Kabaeva o Margarita Mamun, así como ejercicios de cinta, cuerda, aro, pelota y mazas para todos los gustos. La silueta viene ya definida, solo hace falta que alguien le de color y eche a volar su imaginación y creatividad. Son muchas ya las niñas que se han atrevido a diseñar el maillot a sus ídolos sacando a la luz la diseñadora que llevan dentro. La misma Montse Martín recuerda el reto durante el confinamiento: «Hubo versiones muy bonitas. Cuando ya llevaban un tiempo, podía reconocer el estilo de muchos de ellos cuando me llegaban».
Monste Martín sobre Pinceladas. Rítmica para colorear: «Lo he hecho con todo mi cariño para todas las personas en edad de soñar»
«Lo he hecho con todo mi cariño para todas las personas en edad de soñar y con ganas de desarrollar su creatividad«, afirma Monste Martín. Lo cierto es que para soñar nunca es tarde, independientemente de los años que uno tenga, así como la gimnasia rítmica nunca pierde su belleza por mucho tiempo que pase. Muchas de esas niñas que hoy colorean este cuaderno quizá lleguen a competir en la élite en un futuro próximo. Otras quizás hayan encontrado su vocación en el diseño de maillots y también las veamos participar en la alta competición, aunque con otra faceta.
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