11 Feb Periodistas deportivas vs. reguetón: sueños que nunca debieron cumplirse así
Para hacerle semejante flaco favor a la mujer, mejor haberse quedado quietos
Isabel Arroyo Sauces
Las chicas ganan. Mientras antaño el periodismo deportivo era cosa de hombres, cada vez hay más mujeres en esta profesión. Sí, cada vez hay más periodistas deportivas en televisión y sus caras son cada vez más conocidas. Poco a poco, las mujeres se van dado a conocer más en el mundo del deporte. Un paso más para la igualdad. O eso dicen.
Cada vez hay más periodistas deportivas en televisión. Un paso más para la igualdad. O eso dicen
Por otro lado, serán muchos los amantes de la lengua española los que tantas veces habrán soñado con ver dentro de los números uno de la música internacional alguna canción interpretada en español. Ese sueño se ha cumplido: En 2017, la versión de Despacito de Luis Fonsi junto a Justin Bieber y Daddy Yankee fue número uno durante 16 semanas en la lista de los 100 Hots Billboard. Sí, el célebre reguetón del cantante puertorriqueño ha conseguido que artistas de la talla de Bieber se hayan interesado por la música en español. Vale, entonces ¿qué tiene que ver el reguetón con las periodistas deportivas? Como el público de Ravelo son lectores muy inteligentes, ya sabrán cuál es la respuesta.
Periodista deportiva=Mujer florero
Cualquier internauta puede comprobarlo: no hay más que buscar en Google Imágenes «periodistas deportivas mujeres» para ver lo que aparece. El resultado son periodistas súper atractivas con una gran talla de sujetador. Entre las palabras, aparecen «las periodistas más lindas», «mujeres florero» o «periodistas deportivas atractivas» por mencionar algunas cuantas. Y es que no hay más que ver cualquier programa deportivo de cualquier país para comprobar que todas sus reporteras son auténticos bellezones. Está claro: Para trabajar de periodista deportiva, es imprescindible tener un físico espectacular.
Para trabajar de periodista deportiva, es imprescindible tener un físico espectacular
Allá por los tiempos del Mundial de Sudáfrica 2010, saltó a la palestra un titular que provocó mucho revuelo: «Sara Carbonero no es periodista». El cuerpo de la noticia decía que la popular presentadora que por aquel entonces era la imagen de los deportes en el telediario de Telecinco no tenía terminada la carrera de Periodismo. En realidad, esto tampoco tendría que haber sido una noticia ya que para entrar a trabajar en cualquier medio de comunicación, no es necesario tener titulación ninguna y casi nadie de los que trabajan allí es periodista. Más bien, la noticia sería que Carbonero sí lo fuera.
Después del Mundial 2010, llegó la Eurocopa 2012 y con ella, el #GraciasSara y la pregunta a Iniesta sobre si le hubiera gustado tirar un penalti cuando este tiró el segundo y lo marcó. Ya en la Copa Confederaciones 2013, Sara Carbonero ya no estaba a pie de campo, sino en la zona de comentaristas aunque nunca comentó nada. Habló muy poco durante esa competición, pero de lo poco que habló, una de sus perlas fue comentar que le resultaba extraño que ninguno de los 8 goles que Uruguay le metió a Tahití lo hubiese marcado Cavani cuando Cavani no jugó ni un minuto de ese partido. Queda claro que para ser periodista deportiva, no importa la atención que una le preste a su trabajo siempre y cuando sea guapa.
En cuanto a los periodistas deportivos varones en la televisión hay de todo: veteranos, maduros, canosos, con arrugas, con barriga… A ellos no se les tiene en cuenta el físico, simplemente, que sepan mucho de fútbol, de baloncesto o de fórmula uno entre otros deportes y que tengan mucha labia para atraer a la audiencia. Son los que comentan, los que mandan y los que argumentan. La credibilidad de estos es un plus.
A ellos no se les tiene en cuenta el físico, sino que sepan de su deporte
En cambio, las periodistas deportivas siempre juegan un papel secundario: estar a pie de campo con el mejor de sus modelitos, leer tuits, conducir los programas de forma neutral mientras son los hombres quienes comentan… Y siempre son chicas guapas. En resumidas cuentas, mujeres florero. Hace unos meses, la periodista deportiva salida de Real Madrid TV, Lucía Villalón, declaraba en una entrevista para ABC que no podía hablar de machismo dentro de su profesión. Sea como fuere, siempre quedará la duda de si habría tenido las mismas oportunidades laborales en caso de haber sido fea o estar gorda.
El reguetón, un flaco favor hacia la mujer y hacia la música en español
Uno de los mayores orgullos de los países latinos es el español, un idioma procedente de la madre patria que se caracteriza por su rico vocabulario y por lo bien que suena al oído. Para conservar la riqueza del idioma, los lingüistas españoles recomiendan utilizar el menor número de préstamos léxicos posibles siempre y cuando exista un vocablo castellano (pasillo en lugar de hall, por ejemplo). Además, el español es la lengua oficial de 21 países y la segunda más hablada del mundo según la revista Babel, solamente por detrás del chino.
Según Babel, el español es el segundo idioma más hablado del mundo, solamente por detrás del chino
Sin embargo, el idioma que manda en el mundo es el inglés. La lengua de Shakespeare manda en los negocios, en la ciencia y, cómo no, en la música. Por ejemplo, Shakira empezó a ser conocida mundialmente cuando empezó a cantar en inglés, así como Enrique Iglesias era en los 2000 el cantante español más conocido a nivel internacional por el mismo motivo. Las listas de los discos más vendidos a nivel mundial era cosa de la música anglosajona. ¿Para cuándo una canción en español en ese top?
Shakira empezó a ser conocida mundialmente cuando empezó a cantar en inglés
Es cierto que artistas como Raphael han llenado salas de conciertos en Nueva York cantando en español, pero son los artistas de reguetón los que más han llevado la lengua de Cervantes a nivel mundial. De hecho, antes de Despacito en 2017, fue la Gasolina de Daddy Yankee en 2005 el tema reguetonero en alcanzar el número uno de la lista Billboard. Además, el reguetón es también dueño y señor de las reproducciones en Spotify y en You Tube.
En la actualidad, el género reguetón es el que domina las reproducciones en Spotify y en You Tube
Visto así, podría decirse que el reguetón ha alcanzado ese sueño de hacer que todo el planeta pueda escuchar música en español. Sin embargo, ¿qué imagen está dando ese género de la música en español? Alto contenido sexual, mujeres objeto, machismo, misoginia… Una aspirante a concursante de La Voz que decía trabajar versionando canciones de reguetón afirmaba que el reguetón no es machista, sino realista. Nadie sabe qué es peor.
Ser guapa perjudica en el mundo del periodismo
Dicen que la imagen es muy importante en el mundo de la televisión y por eso las periodistas deportivas de hoy en día son tan atractivas. También dicen que a estas periodistas deportivas, el hecho de tener un físico espectacular les ha abierto muchas puertas en el mundo laboral.
El físico ayuda a encontrar trabajo antes, pero no a dar credibilidad como periodista
Con estas afirmaciones, lo fácil sería decir que para ser periodista deportiva, ser muy guapa y tener un tipazo es un plus. Sin embargo, ese físico espectacular le está jugando una muy mala pasada a todas estas chicas. ¿Por qué? Porque no hay que olvidar que lo que prima en el periodismo por encima de todo lo demás es la credibilidad del periodista. Es evidente que estas periodistas deportivas están donde están por su físico y su función real dentro de los programas es el de mujeres florero, por lo que si quieren demostrar que de verdad son unas buenas profesionales, tendrán que currárselo el doble que los demás. ¿A que nadie niega la profesionalidad de periodistas deportivas como María Escario, Paloma del Río u Olga Viza? Esa es la ventaja de no ser un maniquí.
Si las periodistas deportivas que están ahí por su físico quieren demostrar que de verdad son unas buenas profesionales, tendrán que currárselo el doble que los demás
Al fin de cuentas, las periodistas deportivas maniquíes y el reguetón no son más que un retroceso disfrazado de igualdad de oportunidades. Mientras tanto, las periodistas deportivas que de verdad saben de fútbol y podrían aportar muchísimo a esta profesión están en el paro o trabajando de otra cosa y las buenas letras escritas en español y las buenas composiciones permanecen guardadas en un cajón. Una vida injusta la de hoy en día en la que se cumplen sueños, sí, pero no dejan de ser sueños que nunca debieron cumplirse así.
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