03 Sep Naranjito vence a los tópicos y demuestra que al final, solo nos quedamos con lo bueno
La imagen colectiva del recuerdo de la mascota del Mundial de España 82 queda muy lejos de lo que fue en su momento
Isabel Arroyo Sauces
Tres grandes acontecimientos ha acogido España en democracia hasta la fecha: el Mundial de Fútbol de 1982, la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, estos dos últimos en 1992. Cada uno de estos acontecimientos ha traído consigo una mascota: Naranjito, Curro y Cobi respectivamente. Con el paso de los años, todas ellas nos hacen sentir nostalgia y muchos españoles aún las guardan en sus cajones como si fueran tesoros, sobre todo, los que fueron niños en esa época. Sin embargo, estas mascotas no siempre son bien recibidas una vez salen ganadoras frente a los demás dibujos candidatos e incluso las culpan de un gafe que nada tenía que ver con ellas. Esto último le pasó a Naranjito con la selección española. Quién le iba a decir a la simpática naranja que casi cuatro décadas después, sería el mejor recuerdo del Mundial 82 para los españoles y que incluso, vendería camisetas igual que los futbolistas.
La fruta ibérica que venció al tópico taurino
Cada vez que hay que crear una mascota para un gran acontecimiento deportivo tipo Mundial de Fútbol o Juegos Olímpicos, lo normal es que los creadores se inspiren en las costumbres más típicas del país anfitrión, por tanto, para un Mundial que se iba a celebrar en España, era muy fácil pensar en los toros. De hecho, dos de las mascotas finalistas candidatas a ser la mascota oficial de la Copa del Mundo de 1982 tenían relación con el arte de Cúchares. Por una parte, estaba Toribalón, una figura con cara, patas y rabo de toro y cuerpo de balón. Esta mascota quería simbolizar la pasión española tanto por el fútbol como por los toros. Por otra parte, estaba Brindis, un niño torero que en vez de brindar un toro con su gorro y su capote, brinda un balón.
Sin embargo, los sevillanos María Dolores Salto Zamora y José María Martín Pacheco, dibujantes de la empresa Bellido, decidieron dejar atrás los tópicos que relacionan a España con el mundo taurino y apostaron por la naranja, una fruta típica española cuyos árboles son muy populares en la zona mediterránea, especialmente en la Comunidad Valenciana y en Murcia. De ahí nació Naranjito, una naranja sonriente que portaba un balón y vestía la equipación de la selección española. Naranjito venció a sus rivales taurinos en la elección final y se convirtió en la primera mascota de un Mundial con forma de fruta. A pesar de la novedad, la mascota no tuvo la bienvenida esperada por parte del público y recibió muchas críticas por parte de los medios de comunicación.
El gafe asociado erróneamente a Naranjito
Aparte de una fruta como mascota, España 82 presentaba otra novedad: era la primera vez que iban a competir 24 selecciones. Algo que se esperaba que no cambiase era una costumbre no escrita: la selección anfitriona siempre había llegado mucho más lejos de sus posibilidades. La afición nunca le exigió a la selección que ganase el Mundial, solamente que hiciera un buen papel, pero… España había caído en un grupo relativamente fácil: Honduras, Yugoslavia e Irlanda del Norte. Empezó empatando con Honduras dejando muy malas sensaciones, luego ganó a Yugoslavia por la mínima en un partido donde el mayor protagonista fue el árbitro y para cerrar la fase de grupos, debía ganar a Irlanda del Norte para así pasar como primeros de grupo. Sin embargo, la victoria cayó del lado de los norirlandeses y España no pudo evitar cruzarse en la segunda fase con Alemania Federal e Inglaterra. La primera le ganó y con la segunda empató a cero, por tanto, a la calle. De esta manera, España pasó a ser la peor selección anfitriona en unos Mundiales hasta la fecha (más tarde, la superarían Estados Unidos y Sudáfrica). ¿Qué culpa tenía el pobre Naranjito de la mala preparación de la selección española ni de su mal juego a la hora de la verdad? Ninguna, pero la opinión pública relacionaba a la mascota con la eliminación de España tachándola de gafe.
Hoy en día, Naranjito sigue vendiendo camisetas
A pesar de la mala actuación de España en su Mundial, la afición ha perdonado con el paso de los años a su mascota oficial por una culpa que nunca tuvo. Y es que los 80 fue una década muy especial en la historia de España ya que fue en esta fecha cuando se consolidó la democracia española. Aparte de este contexto histórico, los que fueron niños en esos años no entendían nada ni de dictaduras, ni de transición, ni de democracias, simplemente se dedicaban a jugar en la calle y a ver en la televisión sus dibujos animados preferidos. Es la llamada generación de la EGB y, con el paso del tiempo, se ha vuelto a poner de moda. De ahí que resurjan personajes de aquella época, como Espinete, Epi y Blas, Asterix y Obelix y, cómo no, Naranjito.
El estilo retro está en tendencia. ¿Quién no ha visto este año en Bershka, por ejemplo, camisetas de la serie Beberly Hills 90210 Sensación de Vivir o de otros ídolos de la Súper Pop de antaño? Gracias a esta moda de recuperar aquello que fue relevante en el pasado, Naranjito nunca se ha ido de nuestras vidas e incluso, se ha colado en las de aquellos españoles que aún no habían nacido durante el Mundial del 82. Y es que a día de hoy, los grandes campeones del fútbol venden más camisetas que nunca. Naranjito también.
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