24 Ene Miguel de Unamuno vs. Pau Gasol: cómo saber mirar bien por España

El escritor vasco y el deportista catalán  son un ejemplo de patriotismo cuando España va mal

Isabel Arroyo Sauces

Corren tiempos difíciles: la precariedad laboral, el paro, la nueva crisis económica que se avecina, los españoles que cada vez tienen menos hijos y la situación actual que no ayuda a que esta tendencia cambie… Aún así, los más optimistas dicen que ya saldremos de esta, que de otras peores hemos salido. Hay muchas formas de salir del paso y hay quien se muestra partidario de sacar a flote de una vez por todas no lo malo del país, sino todo lo contrario. Eso es lo que, a pesar de lo diferentes que son las épocas en las que cada uno ha vivido, Miguel de Unamuno y Pau Gasol tienen en común.

Miguel de Unamuno y la Generación del 98

Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1864. Por aquel tiempo, España vivía sus últimos coletazos de lo que en su día fue el gran imperio, ese invencible imperio en el que nunca se ponía el sol. Años después, se iría a estudiar Filosofía y Letras a la Universidad de Madrid, institución antecesora de la Complutense.

La tesis de Miguel de Unamuno sobre el origen vasco se muestra contraria al pensamiento de Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco

Tras terminar sus estudios, se doctora con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca. Esta investigación saca unas conclusiones muy distintas a las de su contemporáneo Sabino Arana, considerado padre del nacionalismo vasco. Y es que mientras Arana propagó que la raza vasca nunca había estado «contaminada» por otras razas, Unamuno considerada el bilingüismo en el País Vasco incompatible y además, preveía que el euskera era una lengua destinada a desaparecer.

En 1898, España pierde sus últimas colonias imperiales: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Ya no era el gran imperio en el que nunca se ponía el sol: ahora pasaba a ser un país pequeñito en mitad del mundo. Tras el Desastre del 98, era inevitable sentirse afectado moralmente y eso fue precisamente lo que dio lugar a la conocida Generación del 98. En ella, la preocupación principal era España tanto en su parte mala como en su parte a mejorar. Y es que, para salir adelante, había que sacar a relucir los pueblos españoles y sus gentes, un tesoro por el que había que mirar.

Miguel de Unamuno: «Soy español sobre todo y ante todo»

A la Generación del 98 perteneció Miguel de Unamuno y como tal, defendía la tierra donde había nacido. Es por eso por lo que una de sus más célebres frases fue: «Soy español. Español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio. Español sobre todo y ante todo». Sin duda, toda una declaración de amor hacia España en uno de los peores momentos de su historia.

Pau Gasol y la Edad Dorada del deporte español

Pau Gasol nació en Barcelona el 6 de julio de 1980. Al contrario que Miguel de Unamuno, que vivió a la par que los orígenes del nacionalismo vasco, cuando nació Gasol, el nacionalismo catalán ya estaba más que extendido, por lo que el internacional español ha vivido este conflicto desde siempre.

La Edad de Oro del deporte español comenzó con el Mundial de Baloncesto 2006, donde la ÑBA se alzó con la corona

El primer Mundial de Baloncesto que ganó España lo logró en 2006 y, cómo no, Pau Gasol fue uno de los grandes protagonistas del torneo. Por aquel entonces, el país andaba muy bien: la gente de clase media podía disfrutar de cierta estabilidad, comprarse un coche e incluso hipotecarse para una casa, pues eran los años del boom de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, todo lo que sube baja y una mala gestión de los de arriba desembocó en la crisis económica: familias con todos sus miembros en el paro, empresas despidiendo a la mayor parte de sus empleados, jubilados que con su pensión se tuvieron que hacer cargo de hijos y nietos…

Coincidiendo con la crisis económica, España empezó a vivir los mejores momentos de su historia en lo que a lo deportivo se refiere. En 2008, la Roja se proclamó campeona de Europa a base de un juego bonito y vistoso que encandiló al mundo entero. Ese mismo año, Rafa Nadal había ganado Roland Garrós y Wimbledon. A la vuelta de la esquina estaban los Juegos Olímpicos de Pekín y todo el mundo esperaba un buen papel tanto del mallorquín como de la ÑBA que hacía dos años se había proclamado campeona del Mundo. Por supuesto, estos no defraudaron.

La crisis económica coincidió con los mejores momentos de la historia del deporte español

Una conocida marca de ropa deportiva fue previsora ante el buen momento que se avecinaba para el deporte español y se atrevió a quitarle a los españoles el complejo de inferioridad que llevaban siglos arrastrando. Para ello, contó con Cesc, Ramos, Albelda, Puyol e Iniesta para que estos pintasen y firmasen el eslogan Ser español ya no es una excusa, es una responsabilidad con el fin de que este se mostrara en Las Palmas de Gran Canaria con motivo del partido que enfrentaría en esa ciudad a España con Irlanda del Norte.

Una conocida marca de ropa deportiva contó con varios deportistas para quitarle a los españoles el complejo de inferioridad de encima

Además de los miembros de la Roja, la marca contó con Pau Gasol para promocionar el mismo lema. En el anuncio, el catalán sale sentado dando las gracias a todos aquellos que lo habían apoyado hasta el momento, pero también guardaba un recado para ellos. «Está muy bien conseguir que tu país te admire, pero es mucho mejor lograr que el mundo entero admire a tu país, ¿no crees?», afirmaba.

Pau Gasol: «Está muy bien conseguir que tu país te admire, pero es mucho mejor lograr que el mundo entero admire a tu país»

Unamuno vivió en sus carnes el Desastre del 98 y Gasol, la crisis que el país viviría 110 años después. Uno es vasco y el otro, catalán. Uno era escritor y el otro es deportista. Dos épocas, dos personajes muy distintos, pero también los dos son grandes ejemplos de cómo saber mirar bien por España a base de talento cuando el talento no es precisamente la cualidad que más se valore se España. Quizá ese talento sea la mejor arma para empezar a levantar cabeza cuando todo va mal. Para ello, hay que tomarse muy en serio el eslógan de la marca que promocionaba Gasol: «Ser español ya no es una excusa, es una responsabilidad».

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