22 Jul Marta Bobo: la gimnasta pionera en España que desafió a la «medallitis»
Siempre quedará la duda de lo que habría pasado con el aire acondicionado apagado
Isabel Arroyo Sauces
Entre finales de los 70 y principios de los 80, la gimnasia rítmica se puso de moda en España. Gimnastas como Chus Alegre, Susana Mendizábal o Marta Bobo eran los ídolos de muchas niñas que empezaron a practicar este deporte como actividad extraescolar.
La gimnasia rítmica se estrenó como disciplina olímpica en Los Ángeles 84
Además, la gimnasia rítmica se iba a estrenar como disciplina olímpica en Los Ángeles 84. Por aquella época, ya reinaban la escuela soviética y la escuela búlgara, de las cuales salían gimnastas que lo ganaban todo. Sin embargo, los países del bloque socialista (entre ellos, la URSS y Bulgaria) decidieron boicotear los Juegos Olímpicos y no llevar a sus atletas. Hasta entonces, España había tenido actuaciones muy discretas en los Juegos Olímpicos y todavía no había conseguido meter a ninguna mujer en el podio: ¿Podría ser Marta Bobo la primera?
La maldición del aire acondicionado
Quizá los que no sigan mucho este deporte no lo sepan, pero en los campeonatos de gimnasia rítmica no está recomendado encender el aire acondicionado ya que este puede cambiar la dirección de los aparatos (especialmente, la cinta) y estropear así el trabajo de la gimnasta. En Los Ángeles 84 no solo no siguieron esta recomendación sino que además, estaba puesto bien fuerte.
Marta Bobo pasó de primera a novena porque el aire acondicionado le jugó una mala pasada con la cinta
Durante la primera jornada de gimnasia rítmica en Los Ángeles 84, Marta Bobo encabezaba la clasificación. Había que confiar en ella, había esperanzas de subir al podio con ella. Sin embargo, el día de la final, el fuerte aire acondicionado podía haberle jugado una mala pasada a cualquier gimnasta, pero le tocó a Marta Bobo con su ejercicio de cinta. Tanto se descontroló el aparato que la gallega pasó de ser primera a acabar novena.
Marta Bobo más allá de la medallitis
Evidentemente, su experiencia en Los Ángeles 84 no habría sido plato de buen gusto para nadie, para ella tampoco. Lloró mucho y se frustró, pero afortunadamente, una medalla olímpica tampoco es algo de primera necesidad para vivir, ni siquiera para tener un mejor futuro.
En la actualidad, Marta Bobo trabaja como profesora en la Facultad de Ciencias del Deporte en la Universidad de La Coruña
Después de acudir como suplente al Mundial de Valladolid 1985, hizo las maletas para irse a Canadá a hacer exhibiciones. Un año después, acudió al que sería su último Campeonato de España, celebrado en Orense, donde acabó cuarta. Después volvería a Canadá, donde se licenció en Educación Física y Salud. En la actualidad, Marta Bobo trabaja como profesora en la Facultad de Ciencias del Deporte en la Universidad de La Coruña. Toda la generación de los padres de sus alumnos la reconocen como el ídolo de la gimnasia rítmica de los 80. Y además del reconocimiento, tiene trabajo estable: ¿Quién cambiaría el reconocimiento y la estabilidad por una medalla olímpica? Marta no.
No hay comentarios