
05 Nov Maratón: la leyenda del origen, la victoria y el final
El origen de la carrera se remonta al siglo 490 a.C., donde Filípides llevó corriendo de Maratón a Atenas el mensaje de la victoria griega
Isabel Arroyo Sauces

Eliud Kipchoge en la maratón en la que batió el récord no oficial: Reuters.
La maratón es una carrera muy conocida. Lo es porque cada año, hay convocadas maratones en las principales ciudades del mundo, como es el caso de la Maratón de Nueva York, celebrada el pasado domingo 3 de noviembre. Lo es porque el ser humano lleva tiempo haciéndose una pregunta: ¿Es posible completar una maratón en menos de dos horas? Para el atleta keniata Eliud Kipchoge, la respuesta es sí, aunque aún no haya podido hacerlo de forma oficial.
El campeón olímpico de maratón tiene el privilegio de recibir la medalla de oro y escuchar el himno de su país en la ceremonia de clausura
La maratón también pone el broche de oro a los Juegos Olímpicos y su campeón olímpico tiene el privilegio de recibir la medalla de oro y escuchar el himno de su país en su honor en la ceremonia de clausura. Y es que para que la maratón tenga un hueco tan especial en los Juegos Olímpicos, tiene que haber detrás una historia muy especial, ¿verdad?
El origen de la maratón

Estatua de Filípides con el mensaje de victoria en la mano. Foto: Autor desconocido.
El origen de esta célebre carrera se remonta al año 490 a.C. Por aquel entonces, los griegos andaban en guerra con los persas. En la Batalla de la llanura de Maratón, los persas juraron que si ganaban ellos, saquearían Atenas y matarían a las mujeres y a los niños. Por este motivo, ellas prometieron que, si antes de la caída del sol al día siguiente no tenían noticias de una victoria griega, sacrificarían a sus hijos y después, se suicidarían.
Si los persas ganaban, asesinarían a la población ateniense
La batalla fue más larga de lo esperado, por lo que el mensaje del triunfo corría el riesgo de no llegar a tiempo para evitar la catástrofe. Fue entonces cuando el general Milcíades el Joven eligió al soldado Filípides para enviar dicho recado.
Filípides entregó el mensaje y murió de agotamiento
Existen dos versiones de esta leyenda: la que dice que Filípides corrió a pie la distancia que hay desde Maratón hasta Atenas, es decir, 37 kilómetros, y la que dice que la trayectoria fue de Esparta a Atenas, o sea, 240 kilómetros que recorrió en dos días. Sea como fuere, las dos versiones coinciden en que Filípides llegó a la ciudad ateniense y solo le dio tiempo de decir que habían ganado. Justo después, murió de agotamiento.
Los hemeródromos

Filípides: Pablo Pavezka.
Filípides era hemeródromo: ¿Quiénes eran estas personas?
En la Antigua Grecia era muy habitual la práctica deportiva con fines militares. Los hemeródromos eran corredores pertenecientes al ejército encargados de llevar mensajes de un lado a otro en tiempos de guerra y paz. Para entrar en el selecto grupo, había que entrenar previamente en las carreras hóplitas, que eran carreras de fondo en las que los soldados corrían con lanzas, espadas, grebas, casco, coraza y escudo a cuestas.
Para el historiador Herótodo, el protagonista de la hazaña de Maratón fue Tersipo y no Filípides como se conoce popularmente
Entre los hemeródromos de aquella época también estaba Tersipo, soldado al cual le asignan historiadores como Herótodo la verdadera hazaña de Maratón. Según el historiador griego, Milcíades mandó a Tersipo y no a Filípides a enviar el mensaje a Atenas. Fue Tersipo quien entregó el recado y murió agotado.
La ciudad de Maratón

Así es en la actualidad el lugar donde se produjo la Batalla de la llanura de Maratón: Wikipedia.
Muchas son las ciudades que tuvieron gran protagonismo para las civilizaciones en la Antigüedad y que en la actualidad están reducidas a las ruinas de en lo que en su día fueron. ¿Es este el caso de Maratón? Para nada.
Cuentan los griegos que en las noches de luna llena, aún resuenan los hombres luchando y los caballos relinchando
En la actualidad, Maratón es un municipio de unos 24.000 habitantes perteneciente a la unidad periférica de la Ática Oriental. Por supuesto, uno de los atractivos turísticos que tiene la ciudad de Maratón es su historia, especialmente para aquellos que conocen la leyenda. Por eso, es tan conocido su campo de batalla, donde los griegos aseguran que en las noches de luna llena, aún resuenan los hombres luchando y los caballos relinchando.
Las playas de Grecia y las del sur de España se parecen mucho
Más allá de las leyendas, otro lugar de Maratón con encanto es su playa. Como Grecia y España son países muy soleados bañados por el Mediterráneo, es muy fácil comparar la playa de este rincón griego con las de Andalucía o Murcia. Desde allí, es posible darse un chapuzón en el agua mientras al fondo se ve el campo de batalla.
Y cómo no, en la cuna de la Civilización Occidental no pueden faltar los museos que conservan tantas y tantas ruinas que reflejan lo que en su día fue la Humanidad. La ciudad de Maratón cuenta con el suyo.
Un pequeño homenaje a la batalla en Atenas 2004

Logotipo de Atenas 2004 con el alfabeto griego.
15 años han pasado ya desde que se celebrasen los Juegos Olímpicos de Atenas. Estos fueron muy especiales ya que la celebración volvía a casa, al lugar que los vio nacer tanto en la Antigüedad como en la Era Moderna, que se celebraron en 1896. En la edición de 2004, los medallistas recibían en el podio la típica corona griega antigua hecha con laurel (de ahí la palabra laureado) en honor a los poetas, deportistas y guerreros de la Antigua Grecia. ¿Y la maratón? ¿Hizo homenaje a su leyenda? Por supuesto que sí.
La palabra laureado viene de la corona de laurel que recibían los poetas, deportistas y guerreros en la Antigua Grecia
Como era de esperar, en el recorrido de la maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 no podían faltar los guiños a la leyenda de esta popular carrera, por eso, la línea de salida se situó en la ciudad de Maratón. Además, para rendir homenaje también a los que fueran los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, Atenas 1896, la meta estuvo situada en el Estadio Panathinaiko, es decir, en la sede de los Juegos de aquel año.
Los campeones de maratón en Atenas 2004 fueron la japonesa Mizuki Noguchi (2.26.20) y el italiano Stefano Baldini (2.10.55)
Los campeones de aquella prueba fueron la japonesa Mizuki Noguchi (2.26.20) y el italiano Stefano Baldini (2.10.55). Evidentemente, ellos tuvieron más suerte que Filípides y no murieron de agotamiento. En lo que sí coincidieron con el soldado griego fue en el privilegio de decirle a los suyos que habían ganado escribiendo así sus nombres en la historia del olimpismo.
Ahora toca esperar a Tokio 2020: ¿Llegarán los campeones a la meta por debajo de las dos horas? Sea como sea, lo cierto que es Filípides, donde quiera que esté, los estará viendo y, cómo no, se sentirá muy orgulloso de sus sucesores.
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