22 Ene Lilí Álvarez: la gran impulsora del deporte femenino en España
Entre sus logros destacan el haber sido la primera deportista olímpica de España y la primera finalista española en Wimbledon tanto en hombres como en mujeres
Isabel Arroyo Sauces
El deporte femenino en España está arrasando más que nunca en la historia. Hoy en día, todo el mundo le pone cara a Mireia Belmonte, Ona Carbonell o Carolina Marín entre otras tantas porque ellas mismas se han ganado esa fama a pulso.
Durante los años 20 y 30 del siglo XX hubo campeonas multidisciplinares a las que la opinión pública ni siquiera les pone cara
El siglo XXI es una época llena de igualdad de oportunidades en España, pero esto no siempre fue así. Hubo mujeres que nacieron en otros tiempos donde eran educadas para ser amas de casa. Algunas tuvieron la suerte de nacer en el seno de una familia rica, lo cual les dio oportunidades para convertirse en adelantadas a su tiempo. No obstante, dicha ventaja no les resta ni una pizca de mérito y la gran injusticia que tiene el tiempo con ellas es que la opinión pública ni siquiera les ponga cara. Porque historias como la de Lilí Álvarez merecen pasar a la cultura general.
Lilí Álvarez, una mujer adelantada a su tiempo
El 5 de mayo de 1905 nace en Roma Elia María González-Álvarez y López-Chicheri. Hija de padres españoles pertenecientes a la aristocracia, la pequeña, más conocida como Lilí, pasa la mayor parte de su infancia viviendo en Suiza. El haber nacido en el seno de una familia adinerada y el vivir en un país mucho más modernizado que España influyeron en las oportunidades que tuvo Lilí Álvarez a la hora de convertirse en una pionera del deporte español.
Lilí Álvarez practicó múltiples disciplinas y en todas ellas consiguió títulos importantes
Según palabras de la propia Lilí Álvarez, «el deporte ayuda mucho a tener una actitud feliz y generosa ante la vida. Pero no es solo esto lo que te mantiene en forma, sino el interés que tengas por esa misma vida que es maravillosa». Tanta pasión sentía por la actividad deportiva que no se pudo decantar por una sola, sino por varias. Lo mejor de todo es que todas se le daban bien y consiguió títulos importantes.
La primera mujer olímpica española de la historia
Al igual que la mayoría de los patinadores de la actualidad, Lilí Álvarez empezó a practicar patinaje artístico sobre hielo con cuatro años. A los 18, se convirtió en la primera mujer española olímpica. Fue en Chamonix 1924. Resulta curioso que esta hazaña se consiguiera en unos Juegos Olímpicos de Invierno teniendo en cuenta que España es un país de sol y más, en un deporte donde hay tan poca tradición. Claro que Lilí Álvarez conocía muy bien el frío de Suiza, de ahí su pasión por los deportes de invierno.
Resulta curioso que la primera olímpica española de la historia haya debutado en unos Juegos Olímpicos de Invierno
En cuanto a palmarés en patinaje artístico se refiere, Lilí Álvarez ganó anteriormente (concretamente cuando tenía 12 años) el Campeonato de Saint Moritz y tiempo después, la Medalla de Oro Internacional. Una lesión la obligó a colgar los patines, pero Lilí Álvarez aún escondía varios ases en la manga.
La nieve y el automovilismo
Lilí Álvarez también quiso probar suerte en los coches. Por aquel entonces, las competiciones eran mixtas y ella consiguió ganar el Campeonato de Cataluña de Automovilismo dejando a todos sus rivales varones con la boca abierta. Lilí demostró que en el motor no hay diferencias entre hombres y mujeres.
Lilí Álvarez ganó el Campeonato de Cataluña de Automovilismo dejando a sus rivales varones con la boca abierta
A pesar de haber tenido que abandonar el hielo, Lilí Álvarez seguía teniendo dentro el gusanillo de los deportes de invierno. Es por eso por lo que en 1940, participó en el Campeonato de España de Esquí Alpino y lo ganó. Sin embargo, un año después fue expulsada en Candanchú por acusar al jurado de tener esperando a las esquiadoras hasta que los hombres finalizaran su competición. Para ella, aquello era una actitud machista. En cambio, para la opinión pública, su actitud fue una ofensa a España. Era la mentalidad de la época. Al poco tiempo, volvieron a admitirla, pero ella decidió abandonar el esquí profesional y practicarlo de forma amateur.
Su gran especialidad: el tenis
El tenis no era el deporte que más le gustaba a Lilí Álvarez, pero sí el que más alegrías le dio. Hubo un tiempo en el que los Juegos Olímpicos de Invierno y los de verano se celebraban en el mismo año. Precisamente en 1924, los primeros se celebraron en Chamonix, donde Lilí participó en patinaje, y los segundos, en París. Allí también estuvo ella, esta vez, participando como tenista y quedando quinta. No se llevó diploma olímpico porque, por aquel entonces, no existían.
Lilí Álvarez llegó a ser finalista en Wimbledon hasta en tres ocasiones
En cuanto a trofeos de Grand Slam se refiere, Lilí Álvarez ganó dos títulos de dobles en Roland Garrós, pero si por algo ha pasado a la historia es por ser la primera tenista española de la historia (haciendo cómputo general de mujeres y hombres) en llegar a una final de Wimbledon. Álvarez lo hizo hasta en tres ocasiones, aunque lamentablemente, nunca se pudo hacer con este título. El palmarés de Lilí Álvarez en tenis alcanza los 80 trofeos entre individuales, dobles y mixtos. Sin embargo, eran otros tiempos y esta heroína falleció en 1998 con la pena de no haber tenido el reconocimiento que se merecía, solo por ser mujer. A título póstumo, recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Quizá no tenga tanto peso como este, pero como homenaje a Lilí Álvarez, queda también reflejado este artículo en Ravelo dedicado a sus hazañas deportivas.
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