20 Dic La vida tras el derribo del Vicente Calderón
Isabel Arroyo Sauces
Cuando creé el blog Alrededor del estadio era literal. Me paraba en algún bar aledaño cuando había partido y después, me daba una vuelta rodeando el estadio para ir viendo el ambiente. El primero que hice fue un derbi en el Vicente Calderón. En serio, qué buenos recuerdos me trae la vieja casa rojiblanca.
La última vez que pasé por allí quedaba aún medio estadio, pero ahora ya no quedan más que escombros
Poco antes de que estallara la pandemia, pasé por allí. Estaba en uno de los puentes de Madrid Río y vi cómo estaban echando abajo el feudo de los indios. En ese momento del derribo del Vicente Calderón, ya habían desaparecido la mitad de las gradas, pero el estadio aún estaba reconocible. Desde entonces, no volví más a esa zona. Sin embargo, me apetecía escribir esto y volver a ese lugar donde yo fui tan feliz a pesar de ser para mí territorio enemigo (o rival, no nos pongamos tan dramáticos). Ya no quedaba nada, solamente escombros. Escombros y el bonito recuerdo del Vicente Calderón.
La vida tras el derribo del Vicente Calderón
Sabía que el derribo del Vicente Calderón no se iba a quedar en nada, pues sus escombros serían reciclados en la construcción de los edificios que se iban a hacer allí. Me sabía el camino de memoria, podría haber caminado con los ojos cerrados. Sin embargo, necesitaba tenerlos bien abiertos para ver la nueva realidad. Ya me lo decía el nombre de la calle: Paseo de los Melancólicos.
Los escombros del derribo del Vicente Calderón han sido reciclados para la construcción de la nueva urbanización
Sinceramente, no sabía si el edificio nuevo sería un centro comercial o una urbanización. Finalmente, descubrí que se trataba de lo segundo. Siempre había pensado que le podrían haber dejado el Calderón para el equipo femenino, pero tengo ganas de ir algún día a la nueva ciudad deportiva del Atlético de Madrid para saber si estaba equivocada o no.
Ahora hay que pensar en el futuro. La urbanización está quedando muy bonita y tengo ganas de verla ya terminada, aunque no tengo constancia de cuándo acabará. Me gustaría ver algún día la cacho piscina que se ve en el anuncio. Me imagino que un piso de estos tiene que costar un pastón, pero normal: la urbanización va a ser muy grande y Arganzuela es un distrito muy bueno. También deseo que la hostelería de alrededor se recupere, pues me dio mucha pena ver las persianas cerradas. Quién sabe quién vivirá donde antes estaban las gradas, donde antes estaban las porterías, donde antes se respiraba espíritu atlético. El Vicente Calderón ya es historia. Ahora le toca a los vecinos de River Park sentirse orgullosos de ella.
No hay comentarios