
14 Ene Jesús Rollán: la historia más triste del waterpolo español
El waterpolista pasó de ser campeón olímpico y mundial y mejor portero del mundo a tener en una serie de problemas que lo llevaron al suicidio
Isabel Arroyo Sauces

España, campeona olímpica de waterpolo en Atlanta 96. Jesús Rollán, el primero en cuclillas a la derecha: Agencias.
España cuenta en su palmarés con tres medallas olímpicas en waterpolo y las tres, muy distintas: una plata muy dolorosa del equipo masculino perdiendo la final en la prórroga frente a Italia en Barcelona 92, el oro de Atlanta 96 con el que los chicos se quitaron la espina que tenían desde cuatro años atrás y la plata de Londres 2012 que a las Guerreras del agua les supo a oro después de perder la final frente a la poderosa Estados Unidos.
Jesús Rollán ganó la plata en Barcelona 92 y el oro en Atlanta 96
Jesús Rollán fue el portero del equipo masculino con el que España subió al segundo escalón del podio en Barcelona y se proclamó campeona olímpica en Atlanta. Más allá de los Juegos Olímpicos, el arquero madrileño también ganó con la selección española dos Mundiales: Perth 98 y Fukuoka 2001. Tras este último, Jesús Rollán fue proclamado mejor portero del mundo de waterpolo.
Tras ganar el Mundial 2001, Jesús Rollán fue proclamado mejor portero del mundo de waterpolo
Su espléndida trayectoria deportiva contrasta con las sombras de su vida personal, una vida que vio su fin en 2006 a los 37 años de edad. De esta manera, Rollán pasó a formar parte de una lista que no debería existir pero que, desgraciadamente, es una realidad: la lista de los campeones que tuvieron una despedida temprana que se podría haber evitado.
Apariciones en televisión y solidaridad

Jesús Rollán: As.
Justo cuando terminan los Juegos Olímpicos, todos los medallistas son recibidos en casa como héroes y Jesús Rollán no iba a ser menos. Allá por finales de los años 90, en la parrilla televisiva española se puso muy de moda el formato talk show. Uno de los programas de este formato que más éxito tuvo fue Ana, presentado por la periodista Ana García Lozano y emitido en Telecinco. Pues bien, tras el éxito de los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, la presentadora entrevistó a unos cuantos medallistas y entre ellos, figuraba el portero de la selección española de waterpolo.
El portero de la selección española de waterpolo apareció de invitado en programas como Ana o Qué apostamos
Otro programa mítico de la televisión de los 90 fue Qué apostamos, programa de entretenimiento de Televisión Española presentado por Ana Obregón y Ramón García en el que varios famosos apostaban si los concursantes serían capaces o no de conseguir unas pruebas que estos mismos se habían retado y que, a priori, eran fuera de lo común.
Como invitado en Qué apostamos, Jesús Rollán probó un huevo frito que un concursante había cocinado en el fondo de una piscina
A principios de 1997, todavía continuaba entre la sociedad la euforia de Atlanta 96, por lo que los medallistas de aquellos Juegos Olímpicos aún seguían teniendo tirón. Es por eso por lo que Jesús Rollán también fue invitado a Qué apostamos. ¿Su papel? Había un concursante que decía ser capaz de freír huevos en el fondo de la piscina, prueba que finalmente consiguió. Pues bien, Jesús Rollán fue el encargado de probar ese huevo, el cual parece ser que le gustó. «Esto está de muerte», declaró en ese momento.

Así era la medalla de oro de Atlanta 96: SPGO.
En las vísperas de las Navidades de los 90, el programa estrella era Telemaratón, de Antena 3. El formato era una gala solidaria con actuaciones musicales y donde los famosos más relevantes del momento ponían en subasta sus objetos personales con el fin de recaudar el máximo dinero posible para causas benéficas. Además, tenían abiertas una línea telefónica y una cuenta corriente para que cualquier ciudadano de a pie de calle pudiera llamar e ingresar su propio donativo. Hubo incluso ocasiones en las que los telespectadores llamaron para dar dinero por la ropa interior de los presentadores.
Jesús Rollán donó su medalla olímpica por dos millones de pesetas para ayudar en una causa benéfica
Retrocediendo a la edición de 1996, el fin de este programa era lograr fondos para destinarlos a ayudar a los niños de Zaire víctimas de la Primera Guerra del Congo. Fueron varios los deportistas olímpicos que participaron en Telemaratón y, en concreto, cada miembro del equipo de waterpolo donó un objeto muy personal relacionado con los Juegos Olímpicos. Sin embargo, Jesús Rollán fue más allá y donó la mismísima medalla de oro que había conseguido en Atlanta a cambio de dos millones de pesetas, 12.000 euros de la actualidad.
De la gloria al mayor de los infiernos
Ya lo dijo Tania Lamarca en su libro, Lágrimas por una medalla, que lo peor de ser deportista de élite es el momento de la retirada: esa vuelta a la vida real, cuando descubres que la federación no quiere saber nada de ti, nadie te ha orientado ni te ha preparado psicológicamente para enfrentarte a esta etapa y el esfuerzo que cuesta conseguir una medalla olímpica no se valora en la posteridad.
Tania Lamarca supo reencaminar su vida, pero Jesús Rollán cayó en una espiral de autodestrucción
Tania Lamarca lo pasó muy mal, pero al menos, pudo reencaminar su vida. Sin embargo, Jesús Rollán no tuvo la misma suerte y cayó en una espiral de autodestrucción. El que fuera campeón olímpico y mejor portero del mundo tuvo problemas con las drogas y sufrió una fuerte depresión. A ello hay que añadirle que se había separado de su mujer y no podía ver a su hija como él quería. Todo ello lo llevó a un callejón sin salida en el cual se vio obligado a pedir ayuda.
Jesús Rollán cayó en las drogas, se separó de su mujer y tuvo problemas para ver a su hija

Jesús Rollán: EFE.
Rollán acudió al COE para hacer frente a su situación personal y desde allí le recomendaron ingresar en un centro especializado en La Garriga (Barcelona). Allí permaneció durante cinco meses hasta que decidió acabar con su vida precipitándose desde una terraza del balneario del centro. Tenía 37 años.
El ex portero de la selección española decidió acabar con su vida a los 37 años precipitándose por una terraza
Atrás no solo dejaba un palmarés envidiable y a una familia, unos amigos y una afición llorando su pérdida, sino que también abrió un debate sobre la vuelta a la realidad de los deportistas de élite una vez abandonan la alta competición.
Celestina y metedura de pata de María Patiño

Iñaki Urgangarín y la infanta Cristina el día de su boda: Gtres.
A pesar de que la ex mujer de Jesús Rollán era una persona anónima, el portero campeón olímpico de waterpolo llegó a ser foco de atención para la prensa del corazón. Y es que entre los medallistas de Atlanta se encontraba también Iñaki Urdangarín, que ganó el bronce con la selección de balonmano. Precisamente fue Rollán quien le presentaría al jugador vasco a la que poco tiempo después se convertiría en su esposa y madre de sus cuatro hijos, la infanta Cristina.
Jesús Rollán presentó a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín
Años después, cuando salió a la palestra el Caso Noos, María Patiño solicitó en El programa de Ana Rosa una entrevista con Jesús Rollán para que este le contase cómo ejerció de celestina entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Gran metedura de pata la suya, pues Patiño no sabía que por aquel entonces, Rollán llevaba seis años muerto y se vio obligada a pedir perdón a la familia en público.
María Patiño solicitó una entrevista con Jesús Rollán cuando este llevaba seis años muerto
Por desgracia, Jesús Rollán no es el único ejemplo de deportista que pasó del todo a la nada ni su trágico final es el único que quizás se podría haber evitado si los comités y las federaciones deportivas se preocupasen más por apoyar a los atletas en el momento de su retirada, no mientras ganes, qué bueno eres y una vez te retiras, si te he visto, no me acuerdo. Luis Ocaña, Chava Jiménez, Marco Pantani, Robert Enke, Yago Lamela, Blanca Fernández Ochoa… Hay muchos nombres más en esta lista y hay otros más que están aquí para contarlo, pero que también han pasado por el calvario de la depresión y las adicciones, como Ian Thorpe o Rafa Muñoz.
Casos como el de Rollán ocurren cuando para las federaciones mientras ganes qué bueno eres y una vez te retiras, si te he visto, no me acuerdo
La psicología deportiva tiene una asignatura pendiente muy importante. Los deportistas son personas antes y después de la retirada y es obligación de las federaciones velar por su bienestar. Estos atletas sacrifican toda su vida por defender los colores de una bandera y sus hazañas no pueden quedarse borradas en el olvido. Porque por cada deportista que se va para siempre antes de tiempo, muere también un trocito del corazón de cada aficionado. Porque la sociedad no se caracteriza precisamente por saber valorar el talento de ninguna índole, pero por suerte, aún está a tiempo de resolver este problema. Por favor, ni uno más.
jose
Posted at 16:10h, 02 abrilse tiro de la terraza sobre las 8 de la mañana yo trabaje en ese sitio
Isabel Arroyo Sauces
Posted at 17:18h, 02 abril¿Estabas trabajando allí en ese momento? Menuda impotencia.
jose
Posted at 16:09h, 02 abrilse suicidio por que el no veia como curarse de adiciones y como tenia cultura de deportista el pensaba que si no podia se lo llevaria con el esa es la explicacion
Juan Sánchez Millan
Posted at 08:04h, 11 septiembreY qué tenía Rollán para que lo mataran? No tiene eso mucho sentido…
Isabel Arroyo Sauces
Posted at 10:41h, 11 septiembreEs mucho más creíble lo del suicidio ya que padecía depresión y tenía problemas con las drogas.
Noah Friedman
Posted at 21:08h, 23 febreroJesús Rollán no se suicidió, tiene toda la pinta de que lo mataron. Está documentado cómo se sobornó a determinadas personas del Instituto de Medicina Legal de Barcelona para que se emitiese un informe en el que se dijese que se había suicidado. Busquen el expediente Royuela.