Federer y Nadal: la historia de dos viejos roqueros que nunca mueren

Los finalistas de las tres décadas han demostrado que están muy vivos para seguir dando guerra

Roger Federer recibe la enhorabuena de Rafa Nadal: Agencias.

Roger Federer recibe la enhorabuena de Rafa Nadal: Agencias.

Dicen que una vez cumplen los 30 años, los deportistas empiezan a decaer. Eso no es del todo cierto, aunque sí es verdad que todo lo que sube, baja y es obvio que pasados los 30, el atleta está mucho más cerca del ocaso de su carrera deportiva que, por ejemplo, a los 24. Sin embargo, cuando dos caballeros del tenis renacen de sus cenizas pasadas las tres décadas y dan un espectáculo como el que han dado Roger Federer y Rafa Nadal en la final del Abierto de Australia, el mundo entero solamente les debe una cosa: respeto. La balanza ha caído de lado del tenista suizo, pero al igual que ocurrió en los Juegos Olímpicos en el partido del cuadro individual masculino donde estaba en juego la medalla de bronce, Rafa Nadal volvió a demostrar que está hecho todo un campeón al cual no le hace falta ganar ninguna medalla ni ningún trofeo.

La ‘mayoría de edad’ de Roger Federer

La última vez que Roger Federer ganó un Grand Slam fue en 2012, concretamente Wimbledon. Era su título número 17 en un grande. Para llegar a la ‘mayoría de edad’ en su palmarés, han tenido que pasar cinco años, donde un renacido Rafa Nadal lo ha vuelto a poner contra las cuerdas. Finalmente, el suizo se ha llevado la victoria por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 en 3 horas y 37 minutos. De esta manera, Federer continúa ampliando su leyenda siendo el vigente jugador con más Grand Slam ganados. Le siguen Rafa Nadal y Pete Sampras, empatados con 14; y Novak Djokovic y Roy Emerson, con 12.

Los viejos roqueros nunca mueren

Roger Federer tiene 35 años y hace tiempo que muchos lo daban por muerto. Todo empezó cuando en las finales entre él y Rafa Nadal, la balanza empezó a decantarse por el español. Los Juegos Olímpicos de Pekín comenzaron su andadura el 8 de agosto de 2008, es decir, el día en que Federer cumplió 27 años. En todas las quinielas figuraba su nombre como un posible campeón olímpico y el suizo no falló en dobles: se colgó la medalla de oro al cuello junto con su compañero Stan Wawrinka. Sin embargo, todo el mundo apuntaba a una hipotética final individual entre Nadal y Federer que nunca se produjo ya que el suizo cayó en cuartos ante el norteamericano James Blake. Quien no falló fue el tenista mallorquín, que venció al chileno Fernando González y se colgó una de las cinco medallas de oro olímpicas que se llevó España.

En el Abierto de Australia 2009, Federer se volvió a ver las caras con Nadal en la final y una vez más, venció el español. En la ceremonia de entrega de trofeos le pudieron las lágrimas ante tal impotencia: ¿Volvería alguna vez a buscarle las cosquillas a su amigo y rival? Meses después daría con la tecla en el peor de los escenarios para Rafa Nadal, es decir, en el Masters 1.000 de Madrid con toda la afición volcada con el tenista anfitrión. Por aquel entonces, el español era el número 1 de la ATP, pero tuvo un bajón a mitad de temporada y acabó cediéndole la corona al suizo.

En los últimos años, el rey indiscutible de la pista ha sido Novak Djokovic, pero este año ha cedido ante Andy Murray el número 1 de la ATP. Nadal ha estado un tiempo siendo noticia por sus lesiones, pero su coraje ante la raqueta se resiste a morir y así lo demostró en los Juegos Olímpicos de Río, donde tras una grave lesión en su muñeca izquierda, abanderó a España y se proclamó campeón olímpico en dobles junto a Marc López. En individual no subió al podio, pero su actitud llegó a valer mucho más que una medalla, igual que este domingo en el Abierto de Australia, donde tanto él como Roger Federer han demostrado ser como los viejos roqueros que nunca mueren solo que en vez de en los escenarios, en las pistas de tenis. Y aún tienen que dar mucha más guerra a base de raquetazos.

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