29 Ago El equipo olímpico de refugiados
Frente a la violación de derechos humanos ondea la bandera olímpica
Isabel Arroyo Sauces
No en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos han participado siempre las mismas delegaciones. Hay algunas que participaron hace años y ya no lo hacen porque representaban a unos países que ya no existen. Luego está el caso de Barcelona 92, donde ya había desaparecido la URSS pero las naciones que la componían compitieron como Equipo Unificado. Ya en Atlanta 96, cada país compitió por su cuenta y así lo han hecho todos hasta ahora excepto Rusia, que en Tokio 2020 debido a una sanción por trama de dopaje, compitió como Comité Olímpico Ruso.
El equipo olímpico de refugiados compite como tal desde Río 2016
Por desgracia, hay situaciones en el mundo que no deberían existir: las guerras, las hambrunas, la persecución por motivos políticos… En resumidas cuentas, la violación de los derechos humanos. Las personas que lo sufren se ven obligadas a abandonar su país de origen y pedir asilo político en otro. Algunas de estas personas son atletas profesionales y para ellas se creó el equipo olímpico de refugiados.
Qué es el equipo olímpico de refugiados
Se trata de una delegación compuesta por atletas que han batido las marcas mínimas para participar en los Juegos Olímpicos y además, están reconocidos como refugiados por las Naciones Unidas. Compiten bajo la bandera de los cinco aros y su preparación (vestimenta incluida) corre a cargo del COI por Solidaridad Olímpica internacional. En la ceremonia de apertura, desfilan justo por delante del país anfitrión, es decir, salen los penúltimos.
Río 2016 y Tokio 2020
El equipo olímpico de refugiados se estrenó en Río 2016 con 10 atletas procedentes de Sudán, Siria, Congo y Etiopía. Ya en Tokio 2020, la delegación ascendió a 29 deportistas repartidos en disciplinas como natación, atletismo, taekwondo, judo, kárate, lucha, halterofilia, etc.
Hasta la fecha, el equipo olímpico de refugiados no ha entrado en el medallero
Debido al escaso número de atletas y de recursos añadido al alto nivel de otros países, el equipo olímpico de refugiados todavía no se ha estrenado en el medallero. Su mayor medalla sería que esta delegación desapareciera y que ninguna persona tuviese que pedir asilo político en otro país. Mientras tanto, ante la violación de los derechos humanos ondea la bandera olímpica.
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