El Eintracht celebra su título de Europa League: Eurosport.

Eintracht-Rangers: Partido de Santos

Trapp y Borré fueron piezas claves en la victoria alemana

Isabel Arroyo Sauces

El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por dentro: Ravelo.

El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por dentro: Ravelo.

Sevilla fue la ciudad elegida para ser la sede de la final de la Europa League y el estadio, el Ramón Sánchez-Pizjuán. Los béticos ya estaban jugando esta competición y los sevillistas entraron después de haber quedado terceros en la fase de grupos de la Champions League. La capital de Andalucía soñaba con el morbo de tener en la final un Sevilla-Betis en el campo de Nervión, pero ambos equipos cayeron en octavos de final.

Ni derbi sevillano ni final culé: el destino quería que los guiris tomasen un poquito el sol

Por otra parte, el Barcelona se agarraba a este trofeo para salvar una temporada que se presentaba difícil a sabiendas de que iban a ganar más dinero cayendo en octavos de Champions que ganando la Europa League. Pues ni una cosa ni la otra. ¿No les gusta tanto a los guiris tomar el sol? Pues que alemanes y escoceses vayan a Sevilla.

Las motivaciones en el Eintracht-Rangers

El Eintracht-Rangers se decidió definitivamente por los penaltis: Mundo Deportivo.

El Eintracht-Rangers se decidió definitivamente por los penaltis: Mundo Deportivo.

Cierto es que el Barcelona no está pasando por el mejor de sus momentos, pero no por eso deja de ser el Barcelona. Y claro, para el Eintracht, ganar a los hombres de Xavi Hernández fue todo un subidón: ¿Qué mejor motivo para ganar la Europa League que haber eliminado al Barça en semifinales? Además, el equipo llevaba 42 años sin lograr un título europeo. Quizá este sería ya el momento de acabar con esa sequía.

¿Qué mejor motivo para ganar la Europa League que haber eliminado al Barcelona en semifinales?

Por su parte, el Ranger había eliminado en su semifinal al Leipzig, otro equipo que venía de quedar tercero de grupo en la Champions. Los hombres de Giovanni van Bronckhorst habían evitado una final completamente alemana. En cuanto a su particular sequía, Escocia lleva sin tener un club que levante un título europeo desde 1967, cuando el Celtic ganó la Copa de Europa.

¿Qué tal el juego de unos y otros?

Aficionados del Rangers en el Sánchez Pizjuán: EFE.

Aficionados del Rangers en el Sánchez Pizjuán: EFE.

El Eintracht utilizó el sistema de juego 3-6-1 mientras que el Rangers lo hizo con el 4-3-3. La primera parte fue precavida, de esas veces en las que te encargas de mantener tu portería a 0, pero si cae algún gol, bienvenido sea. Sin embargo, el balón no quiso entrar ni a favor de unos ni a favor de otros.

A pesar de que los jugadores del Rangers se entendían mejor entre ellos, el Eintracht dijo «Aquí mando yo»

El marcador se abrió en la segunda parte para el Rangers gracias al tanto bonito del nigeriano Joe Aribo. Dentro del conjunto escocés, los jugadores se entendían bien unos con otros, pero llegó el colombiano Santos Borré e hizo honor a su nombre para su equipo. En el terreno de juego, los alemanes parecía que no se entendían tan bien como lo hacían los escoceses, pero por alguna razón, dejaron claro que ahí mandaron ellos. Un momento clave fue cuando su guardameta, Kevin Trapp, hizo una parada a Ryan Kent casi al final de la prórroga, así que no quedó más remedio que llegar a los penaltis. Todo iba bien en el Rangers hasta que Aaron Ramsey falló el suyo. Por su parte, el Eintracht cumplió y anotó sus cinco goles, siendo Santos el autor del último de ellos: ¿Quién si no? Victoria para los alemanes, que han tomado el testigo del Villarreal. Ahora solo queda esperar a ver quién se lo toma al Chelsea.

@ravelodeporte

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