Bruno Hortelano luce orgulloso la bandera de España tras proclamarse campeón de Europa en 2016: Cordon Press.

Bruno Hortelano: cuando el verdadero complejo de inferioridad español se convierte en orgullo

Isabel Arroyo Sauces

España es un país con mucho complejo de inferioridad. La llaman país de pandereta porque parece ser que aquí todo se hace mal. No entraré en opiniones ajenas, pero sí que mencionaré una cosa que aquí se hace muy mal: el talento no se valora absolutamente nada. Todavía me acuerdo de una asignatura sobre Movimientos Culturales Contemporáneos donde había una lección que hablaba de toda una generación de escritores que fueron unos incomprendidos en vida y luego triunfaron de forma póstuma. Esta anécdota puede pasar desapercibida para mucha gente, pero para mí que llevo toda la vida escribiendo… Le pregunté al profesor si había alguna forma de que se reconociera tu trabajo sin necesidad de estirar la pata previamente y obtuve la callada como respuesta.

Si normalizamos que una persona talentosa no pueda vivir en el país donde ha nacido y además, tenga que morir para que se reconozca su trabajo, vamos por muy mal camino

Recuerdo también, años después, comentar esto a otras personas y una de ellas me contestó sin despeinarse que así es, que eso es lo que hay. Por otra parte, me acuerdo de que cuando acabé la carrera, el futuro no existía porque estábamos en crisis. Muchos optaron por irse al extranjero, pero observándolo bien, la mayoría no se iba a ejercer sus estudios universitarios, sino a limpiar retretes. Respeto a quien tomara esa decisión y doy por hecho que eso sería lo mejor para sus circunstancias personales, pero yo preferí seguir en España. Pues bien, todo el mundo decía que con mi cabeza no se puede vivir en España. ¿Hola? Si normalizamos que una persona talentosa no pueda vivir en el país donde ha nacido y además, tenga que morir para que se reconozca su trabajo, vamos por muy mal camino.

Los padres de Bruno Hortelano, el talento que España no supo aprovechar

Bruno Hortelano con sus padres: As.

Bruno Hortelano con sus padres: As.

Hace cuatro años, Bruno Hortelano se dio a conocer por ser el primer español en ganar un oro en velocidad en un campeonato internacional. Fue en la prueba de 200 metros en los Europeos de Amsterdam. Poco después, Hortelano volvería a hacer historia convirtiéndose en el primer velocista español en participar en unos Juegos Olímpicos. Allí se llevó a su familia para que lo animara, una simpática familia que a todos nos llegó al corazón.

Los padres de Bruno Hortelano son científicos que tuvieron que salir de España para labrarse una carrera como investigadores en biología molecular

Bruno Hortelano es hijo de un vasco y de una catalana, casi nada. Además, su familia está repartida entre Madrid y Málaga. Gonzalo Hortelano y Pilar Roig son científicos y sí, todo el mundo sabe lo mal valorada que está la ciencia para trabajar en España. Es por eso por lo que decidieron emigrar a Australia y justo allí nació su hijo. Cuando el pequeño Bruno tenía cuatro años, la familia se trasladó a Canadá, país donde los padres consiguieron labrarse una carrera como investigadores en biología molecular. Aparte de ser atleta, Bruno Hortelano ha heredado la vena científica de sus progenitores. Licenciado en Ingeniería Biomédica por la Universidad de Cornell (Nueva York), el velocista español ha trabajado en Cornell en proyectos de oncología.

Orgullo español y del bueno

Mensaje de Bruno Hortelano tras proclamarse campeón de Europa en 2016: Redes sociales.

Mensaje de Bruno Hortelano tras proclamarse campeón de Europa en 2016: Redes sociales.

Como veis, otro en el lugar de Bruno Hortelano se habría sentido avergonzado de la patria de sus raíces, pero él no. Cuando batió el récord nacional en 100 metros, se sintió orgulloso de haberlo podido batir en España al lado de su familia. Cuando se proclamó campeón de Europa, no podía llevar la bandera de España con mayor orgullo.

En palabras de Bruno Hortelano: «Qué orgullo ser español»

La foto de arriba la compartí en su momento en mi perfil personal de Twitter. No sé si esto lo compartió Bruno Hortelano en su Twitter o en su Instagram, pues hace casi dos años que no uso Instagram y no me acuerdo ni de cómo funciona (me cansé de tanto postureo y de tantas vidas perfectas). Qué más da, eso es lo de menos. Por si no se pudiera ampliar la foto, os comparto lo que pone: «De corazón os doy las gracias por el calor y apoyo que he sentido estos días. Qué orgullo ser español».

Bruno Hortelano entrenando tras el accidente que casi le cuesta la mano derecha: Twitter.

Bruno Hortelano entrenando tras el accidente que casi le cuesta la mano derecha: Twitter.

Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Lo que no dicen es que después de la calma, vuelve otra vez la tempestad. Y es que cuando todo parecía ir perfecto, una vez había ganado el oro en Amsterdam y había participado en los Juegos Olímpicos, Bruno Hortelano sufrió un accidente en el casi le tienen que amputar una mano. Muchos de los que no entienden de atletismo se habrán preguntado alguna vez: «¿Pero tan grave es tener una lesión en la mano cuando con lo que se corre es con los pies?» Pues sí, porque el braceo es fundamental a la hora de ejecutar una buena carrera.

Para los velocistas, el braceo es fundamental a la hora de ejecutar una buena carrera

Tras mucho tiempo de rehabilitación, Bruno llegó a tiempo para los Europeos de 2018. Sin embargo, ya no pudo revalidar su título de campeón de Europa. Ni siquiera pudo subir al podio, pues quedó cuarto. Sí que subió al podio en el relevo de 4×400, pero le queda la cosa de que sus compañeros iban los primeros y cuando el testigo cayó en sus manos (era el último relevista), no pudo aguantar el ritmo y finalmente, cruzó la línea de meta en tercera posición. Le dio rabia no haber ganado el oro, le dio rabia que «por su culpa» no volviese a sonar el Himno de España otra vez.

Bruno Hortelano, ejemplo para los acomplejados

Bandera española.

Bandera española.

¿Es una vergüenza que gente como los padres de Bruno Hortelano hayan tenido que emigrar al extranjero para trabajar en la investigación? Sí. Entonces, ¿cómo es posible que este atleta lleve con orgullo el nombre de España por bandera? Por experiencia os digo (no me pasa con España pero sí con Andalucía) que nadie aprecia más su tierra que el que vive fuera de ella. Además, para ser de un lugar, no hace falta nacer en él, hace falta sentirse de él. Muchas veces, el lugar de nacimiento no es más que una mera anécdota.

Bruno Hortelano es un ejemplo para aquellos que se avergüenzan de nuestro pasado y de nuestro presente y que no están dispuestos a hacer nada para cambiar nuestro futuro

Bruno Hortelano es un ejemplo para aquellos que se avergüenzan de nuestro pasado, se avergüenzan de nuestro presente y además, no están dispuestos a hacer nada para cambiar nuestro futuro. Y es que si se marchasen los acomplejados, no se prestara tanta atención a los vagos y se valorase el talento, la gente valiosa no se tendría que marchar de su tierra y el país iría mejor. Porque lo normal no es que el talento tenga que emigrar al extranjero: lo normal es que el talento sea español.

@ravelodeporte

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