09 Jul Autoedítate, ni se te ocurra contar con una editorial
La autoedición es la única manera de garantizarte unas cuentas limpias
Isabel Arroyo Sauces
Es la primera vez que en la sección de «Literatura deportiva» escribo en primera persona como Isabel Arroyo, pero necesito contarte mi historia. Y es que si ya has ojeado Ravelo, habrás comprobado quién soy yo y sabrás que soy periodista y escritora. En esta página web no lo pone, pero tengo en el mercado un par de libros: Tras mil veces no y Anecdotario Madridista. El madridismo como nunca te lo habían contado. Dos libros y tres publicaciones (ahora te contaré cómo va eso) dan la suficiente experiencia como para dar consejos a aquel escritor que aún sueña con publicar un libro pero que no sabe cómo. ¿Quieres conocer mi historia? Quédate.
Tras mil veces no (autoedición)
Yo escribo desde pequeña, concretamente desde que tenía siete años. Siempre he soñado con publicar un libro y verlo encuadernado en papel. Justo cuando acabé el último examen de la carrera de Periodismo, se me ocurrió escribir un relato donde escondiese entre líneas mis vivencias personales de mis últimos años de universidad pero con una trama y unos personajes ficticios. Me puse a saco para escribirlo, terminarlo y publicarlo. Sin embargo, eran los tiempos de la crisis y yo era consciente de que las editoriales me iban a rechazar la obra con la excusa de que no había dinero, así que decidí autoeditarme. Pedí a una compañera de clase que me diseñara la portada y mandé la obra a una imprenta de Montilla (Córdoba), cerca de mi pueblo. Saqué aproximadamente 300 ejemplares que vendí a la familia, a los amigos y a algunos conocidos, aparte de crear una fanpage en Facebook y vender también por allí a gente que no conocía de nada. Pues bien, vendiendo el libro a 12 euros en mano y a 15 por correo por los gastos de envío, recuperé los mil y pico euros que me costó la edición y además, gané 700 euros para mí. Es cierto que a la hora de vender, me encontré con gente clasista e ignorante. Sí, ya sé que no debería criticarlos ya que podrían ser mis clientes, pero hierve la sangre comprobar que hay personas que menosprecian tu obra por no haberla editado con una editorial, porque se piensan que si me la hubiese publicado una editorial, estaría mejor escrita y tendría más prestigio. Amigo escritor emergente, tú ni caso. Sigue leyendo y comprobarás por qué.
Tras mil veces no (Pura Tinta, Seleer)
La autoedición de Tras mil veces no vio la luz en 2012 y en 2015, la editorial Pura Tinta se me presenta muy amablemente a través de Twitter. Es entonces cuando decido probar suerte y relanzar mi obra con ellos. De esta manera, vería mi obra promocionada en páginas web como Casa del libro o Amazon y llegaría a más público más allá de la gente conocida. Pues bien, un año después, recibo la liquidación de ventas y compruebo que la repercusión ha sido infinitamente menor que con la autoedición y además, tengo problemas con los pagos. Parece ser que las editoriales no se enteran de que los libros no se escriben solos y que cuatro duros que me haya ganado, míos son. Además, el contrato tenía vigencia de un año y dos meses, por tanto, ya tendría recuperados mis derechos para poder volver a vender el libro como me diera la gana. Pues bien, hoy (2019) me da por mirar Tras mil veces no en Internet y descubro que todavía se sigue vendiendo con la editorial, que no está descatalogado. ¿Quién se está llevando las ganancias? Yo no.
Anecdotario Madridista. El madridismo como nunca te lo habían contado (T&B)
Como buena amante del deporte que soy, tenía ilusión por escribir un libro de literatura deportiva. En 2015, empecé a escribir Anecdotario Madridista. El madridismo como nunca te lo habían contado. Fue un año de ir y venir mucho a Madrid hasta finalmente, instalarme en la capital, andar por allí a ciegas en busca de colaboraciones, tragarme pares y nones y buscar algún que otro plan B, trabajar ocho horas diarias delante del ordenador… Vamos, que el trabajo ha sido de todo menos coser y cantar. No tenía editorial para publicarlo, así que me puse a buscar. Entre mis libros favoritos figuran Tormenta blanca. La historia del Real Madrid (2009), de Phil Ball y Mentiras y tópicos del fútbol (2014), de Juan Arroita. Como ambos eran de la editorial T&B, contacté con ellos y me aceptaron mi obra. El libro lo he promocionado en Es Radio, Radio Nacional de España y una radio local de Fuenlabrada que ahora mismo no recuerdo cómo se llama. Además, entre otros rostros conocidos que publicitaron mi libro a través de sus redes sociales estaban Tomás Roncero, Manolo Lama, Miguel Ángel Díaz o Pipi Estrada. Reconozco que me hizo un montón de ilusión ver mi Anecdotario Madridista en las estanterías de El Corte Inglés y FNAC. Sin embargo, a la hora de cobrar empezaron los pares y nones. Fuera del plazo establecido en el contrato para pagarme me dieron 150 euros prometiéndome el resto para el mes siguiente, pero ha pasado ya más de medio año desde entonces y todavía lo estoy esperando.
Autoedítate: La estafa de las editoriales
Desgraciadamente, mi caso no es el único en el que un autor se ha dado el trabajo de escribir un libro y luego no ha visto remuneración por su labor. Conozco muchos casos en los que el escritor firma con una editorial y luego no ve ni un duro a pesar de que la editorial haya sacado ya varias ediciones de ese libro. Por ejemplo, conozco casos en los que el contrato decía que el autor no cobraría hasta que vendiera 200 ejemplares y luego en la liquidación de ventas, sale que solo ha vendido 197, por tanto, no ve ni un duro. Conozco otro caso al que le pusieron en la liquidación de ventas que solamente había sido capaz de vender siete libros. Sin embargo, este autor era profesor y tenía una clase con 17 alumnos en la que todos ellos habían comprado un ejemplar, por tanto, era evidente que había vendido más de siete libros y que la editorial estaba mintiendo. Y es que las editoriales solo declaran una mínima parte de las ventas y no es tan fácil demostrar que, en realidad, has vendido el doble o el triple de lo que pone en la liquidación. En fin, existe la posibilidad de demandar a la editorial, pero ellos también tienen sus abogados y saben mejor que tú cómo defenderse. Puede que tú ganes el caso, pero el dinero y los dolores de cabeza que te costará no compensarán dicha victoria.
Autoedítate
A lo mejor, después se haber leído estas líneas, aún te pesa más la ilusión de ver tu libro publicado que la remuneración que vayas a obtener. O tienes más que metido en la cabeza que de la literatura no se puede vivir y te resignas a no cobrar. Aún así, recuerda que por mucho que te guste a ti escribir, los libros no se escriben solos. Si es una obra de ficción, la trama no se inventa sola y si es de no ficción, la información tampoco se documenta sola. Además, por experiencia sabrás que cuando estás escribiendo una historia, esa historia permanece en tu cabeza durante las 24 horas del día, por tanto, la escritura no es un trabajo de pacotilla. No es que vayas a exigirle a tus obras que te den para comprarte un chalé, pero por lo menos, tienes que asegurarte que cada céntimo que te ganas, va a ir a parar a tu bolsillo y no al de Dios sabe a quién. Eso solamente vas a poder conseguirlo con la autoedición, la única garantía de que las cuentas de tus ventas están saneadas. Ahí lo dejo. Con conocimiento de causa.
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