06 Oct Arantxa Sánchez Vicario y sus éxitos en Roland Garrós
Más que una pionera del deporte femenino, la mítica tenista fue una pionera a la hora de acabar con el complejo de inferioridad español
Isabel Arroyo Sauces
Cualquiera con un mínimo de cultura general en el deporte podría decir que Arantxa Sánchez Vicario fue una pionera en el tenis femenino español, pero antes que ella ya hubo otras, aunque estas tuvieron menos visibilidad. Otros pueden decir al ver la imagen de arriba que ya tuvo mérito la tenista de Barcelona para arrebatarle el protagonismo en la portada de Marca al final de la Liga siendo ella mujer, pero todo esto va mucho más allá. Y es que a finales de los 80, el deporte español tenía un complejo de inferioridad enorme ya que apenas ostentaba títulos internacionales, ni masculinos ni femeninos. Es por eso por lo que resulta un error decir que Arantxa Sánchez Vicario es una pionera en el tenis femenino rojigualda: lo correcto sería decir que fue una pionera en acabar con el complejo de inferioridad del deporte español.
Su primer Roland Garrós o cómo vencer a la mismísima Steffi Graff
A finales de los 80, el tenis femenino mundial a nivel individual tenía nacionalidad alemana, nombre y apellido: Steffi Graff. La entonces tenista de moda no hacía ni un año que se había proclamado campeona olímpica en Seúl 88, además de ganar los cuatro Grand Slam: Abierto de Australia, Roland Garrós, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos. Por su parte, Arantxa Sánchez Vicario aún era una adolescente que no sería mayor de edad hasta finales de año. La favorita estaba claro quién era. La joven Arantxa ni siquiera era la favorita del cuadro español.
Mientras que Arantxa Sánchez Vicario era una adolescente casi desconocida, Steffi Graff venía de ser campeona olímpica y haber ganado los cuatro Grand Slam el mismo año
Arantxa Sánchez Vicario empezó ganando el primet set en el tie-break. Conforme iba pasando el tiempo, Steffi Graff se vio descuadrada, mucho más cuando vio que el resultado final fue de 7-6 (6), 3-6 y 7-5. No era la única que no podía creer lo que estaba pasando. En realidad, nadie daba un duro porque la española ganase esa final de Roland Garrós. Excepto ella. Desde entonces, Arantxa Sánchez Vicario se convirtió en un ídolo a seguir por sus compatriotas.
Su segundo Roland Garrós o cómo romper el sueño francés
Cuando un gran trofeo se celebra en casa, lo normal es que el público se ilusione cuando ve que el tenista local tiene posibilidades reales de ganar la final. Francia llevaba sin ganar una final individual femenina en Roland Garrós desde 1967, con Françoise Durr. En 1994, tenía la posibilidad de romper esa sequía con Mary Pierce, que había llegado a la final. Ya había ganado en semifinales a la todopoderosa número 1 del mundo, Steffi Graff: ¿Por qué no?
En 1994, los franceses tenían puestas las esperanzas en que Mary Pierce rompiera una sequía de 27 años sin que una francesa ganara Roland Garrós
La rival que le esperaba en la pista era una Arantxa Sánchez Vicario mucho más madura que la que venció a Steffi Graff en 1989 a los 17 años. Por aquel entonces, la barcelonesa ya era la número 2 del ranking mundial y se había ganado el respeto de sus rivales. Según contó Sánchez Vicario posteriormente, a la hora de preparar la final, consideró trabajar la mente tanto como el cuerpo. El resultado fue 6-4, 6-4 a favor de la española. Francia se quedó con la miel en los labios.
Su tercer Roland Garrós o cómo vencer a las gigantes
A sus 27 años, Arantxa Sánchez Vicario ya lo había ganado todo en su carrera deportiva excepto el oro olímpico, pero aún así, con sus dos platas y sus dos bronces, ya formaba parte del selecto club de los tetramedallistas olímpicos españoles, que por aquel entonces era un número mucho más reducido. Además, ya había obstentando el número 1 mundial. A Roland Garrós 1998 llegaba como la número 4.
Para Arantxa Sánchez Vicario, Roland Garrós 98 fue toda una lucha de gigantes
Para Arantxa Sánchez Vicario, Roland Garrós 98 fue una verdadera lucha de gigantes. Y es que en octavos de final tuvo que vencer a Serena Williams; en cuartos, a Patty Schnyder y en semifinales, a aquella que le arrebató el oro olímpico en Atlanta 96, Linsday Davenport. En la final le esperaba Mónica Seles, la tenista serbia nacionalizada estadounidense que en 1990 le arrebató el récord de ser la tenista más joven en ganar Roland Garrós y llevaba en su haber tres Copas de los Mosqueteros. El resultado final fue de 7-6(5), 0-6, 6-2 a favor de Arantxa. Como anécdota, en 1998, España ganó el Grand Slam francés por partida doble ya que el mallorquín Carlos Moyá se hizo con el cuadro individual masculino. Tuvieron que pasar 18 años para que otra española volviese a levantar un trofeo en la tierra batida de París. Fue Garbiñe Muguruza, en 2016. En cuanto a hombres, el dueño y señor de Roland Garrós es Rafa Nadal. A España no hay quien la pare.
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